Los tiempos cambiaron y ya quedó claro que los cuerpos y las pieles perfectas, sin una arruguita, un pliegue, una marca que indique que la persona, básicamente, está viva, no son reales. Lo que se ve así en las fotos es producto de retoques digitales y filtros de edición, e incluso la modelo más top tiene una marca de celulitis.
Con intención de dar un mensaje body positive a sus seguidoras, Ailén Bechara compartió videos en sus redes sociales mostrando lo que ella considera que no es “perfecto” en su cuerpo. O, como se decía en los años noventa, los famosos “puntos rebeldes”.
“La calza esta me sujeta todo, pero miren, si me la saco, esta es mi panza”, se la oye decir a Ailén en sus historias de Instagram, vestida con una calza y un top deportivo.
“Esta es mi panza, ven. Sí, hago abdominales, se nota. Pero tuve un hijo, como, me gusta comer. No es panza de una supermodelo”.
“Esta es mi panza, ven. Sí, hago abdominales, se nota. Pero tuve un hijo, como, me gusta comer. No es panza de una supermodelo”, agregó la rubia, que es mamá de Francisco y fanática del entrenamiento físico.
“¡A liberarse, mujeres!”, dijo al final en otro clip donde comentó que en otro momento no se hubiera mostrado con esa ropa. “Lo mismo esta calza, que en mi vida me la hubiera puesto. Yo hago así y se me ve la celulitis de acá…. Y ahora… ¡me chupa un huevo!”, cerró.