Luego de ser toda una revelación en su paso por el Bailando, y tras incursionar en la maternidad, Ailén Bechara se convirtió en una de las tantas influencers del momento. Y si bien de un tiempo a esta parte se caracteriza por compartir material referido al estilo de vida fit, la modelo también acostumbra a mostrar momentos de su vida privada.
Y es entre ese tipo de material que sube en el que predominan sus outfit, salidas y, sobre todo, los viajes que realiza al exterior acompañando a su pareja Agustín Jiménez, un importante representante de futbolistas y padre de su hijo Francisco de 3 añitos.
Tal es así que, luego de pasar varias semanas en Europa, regresar al país y volver a volar hacia Ibiza y Madrid en familia, mientras estaba en el viejo continente Ailén le contó a su público a través del juego de preguntas y respuestas que, cada vez que se va de viaje cuenta con ayuda de algunas mujeres para cuidar de su hijo.
Es que la ex Azafata de Guido Kaczka suele acudir a cenas o reuniones con amigos y con su pareja tanto en Buenos Aires como en distintas partes del mundo. “En España tengo una niñera de allá. Pero tenemos a Rosa y Ester”, detalló Bechara el año pasado despertando tanto críticas como aliados al respecto.
El tiempo pasó y este fin de semana Ailén compartió con sus seguidores la previa a sus vacaciones en Mar del Plata donde les iba mostrando el armado de las valijas. Tal es así que la modelo se río de la situación al ver la cantidad de equipaje que tenía por tan solo algunos días fuera de su casa.
Ya en el auto, rumbo a la costa Atlántica y con el vehículo cargado de bolsos, maletas y carteras, Bechara presentó oficialmente a Rosa, la mujer que es de gran ayuda en su vida ya que es la niñera oficial de Francisquito y a quién, en esta oportunidad llevaron en el viaje.
"Cuando digo que es literal, es literal. Hola Rosa", comentó la modelo mientras viajaba a Mar del Plata con la niñera de su hijo.
“Cuando digo que es literal, es literal. Hola Rosa”, lanzó entre risas la influencer mientra hacía un paneo por el interior del auto repleto de valijas y la pobre mujer en un rinconcito entre el equipaje. Sin dudas, entre ellas hay buena onda y complicidad. A tal punto que la propia Ailén supo reconocer que ella puede cuidar de su hijo pero que a veces tienen planes de adultos y así se quedan tranquilos de que el nene está en buenas manos.
