Bueno, señores y señoras: el folletín que a mediados de octubre conocimos como “Wandagate” dio en los últimos días un vuelco sin precedentes. Un giro total en la historia, ya que los personajes involucrados decidieron pasar, sorprendentemente, por el confesionario, y no el de la Iglesia sino el de Yanina Latorre.
Primero fue la China Suárez, que llamó a la angelita para pararle el carro y terminó diciéndole de todo menos “linda”. Y ahora, fue el turno del hombre responsable en el asunto. Sí, increíblemente, Mauro Icardi agarró el teléfono y le contó a la rubia todos los detalles del coqueteo que casi destruye su matrimonio con Wanda.
Icardi le reveló a la panelista de LAM fue que él fue quien arrancó con el jueguito, primero vía mensajito privado de Instagram, sin siquiera soñar que la actriz, a quien idolatraba desde chico y tenía en un pedestal, podría agarrar viaje y seguírselo entusiasmada.
“Mauro me dijo que él inició la conversación con la China y que nunca se imaginó que le iba a contestar, y que fue de pendejo boludo”, contó Yanina en el ciclo de El Trece, mientras debatían el tema. “Así como creo que es un pendejo boludo, la China es otra pendeja boluda, porque los dos hicieron una pavada”, siguió.
“Me dijo que era verdad que empezaron a hablar y se ve que le gustó, se calentó y hablaban”, avanzó la rubia sobre lo que le confió el deportista que para defenderse y quedar mejor parado dijo que él “nunca se definía” y que era la China la que “medio lo apuraba”.
Ese histeriqueo, aseguró Latorre, “le divertía” al marido de Nara. “Fue larga la previa, videíto va, videíto viene. Tres días sí, cuatro no, no estaban ni en la misma ciudad…”, añadió. Y mientras Eugenia rodaba en Madrid y él seguía en París, fue que organizaron el esperado encuentro para ponerle el cuerpo a su sexting.
Pero parece que, a pesar de tanta expectativa, video y chat de alto voltaje, la cosa no prosperó. Y así como la misma China le dijo a Wanda que “se quede tranquila” porque no habían podido “consumar”, según informó Paula Varela en Intrusos, Mauro avaló la versión.
“Mauro me dijo que se sentía mal, que tenía fiebre, que la China estaba ahí. Él le regaló una camiseta del PSG rosa, no pasó nada y se fue”, señaló Yanina Latorre, sobre esa noche que prometía fuego y terminó en un fiasco total. Tremendo es poco.