Virginia es una mujer sensible y eso lo demostró desde sus primeros días en Gran Hermano cuando cualquier asunto, hasta el más mínimo, la hacía sacar sus pañuelitos para secarse los ojos. Pero conforme avanzan los meses, Vir y su tolerancia están llegando a un límite.
Al estrés por el aislamiento y el agobio se le suman las peleas con Furia, que en los últimos días se la agarró nada menos que con Delfina, su hija, una de las familiares que resistieron a la última gala de eliminación y más queridas por el público.
La rapada se metió con su hija, la standupera estalló y toda la casa quedó paralizada ante los gritos e insultos de los dos. Una escena de alta tensión que dejó a Juliana en llamas y a Vir… de cama. Hecha un bollito, llorando a mares, así la encontró Delfi a su mamá en las últimas horas.
“Vos que sabes, fijate si tengo fiebre”, le pidió Virqueen a su hija, y luego le explicó que le habían dado un antigripal porque andaba con muchos mocos, picazón en la garganta y tos. “Es que no sé porque me agarró”, dijo Vir, y Delfina la contuvo: “Yo estoy acá. Te amo. No quiero que estés mal por mi culpa”.
VIRGINIA DESLIGÓ A FURIA DE SU CRISIS DE LLANTO EN GRAN HERMANO
“¡Pero si no es por tu culpa!”, siguió Virginia, entonces su hija le recordó, en susurros, lo que había pasado momentos antes: “Porque esta tarada se la agarró conmigo…”. Pero la rubia insistió en desligar a Furia como motivo de su crisis de llanto.
“Pero no, no tiene nada que ver tampoco. Alguna vez me puede agarrar. Esta tarada no tiene nada que ver”, aseguró la platense, que también llamó la atención de Martín Ku, quien se acercó a preguntarle qué le pasaba al verla tirada en la cama y, al escuchar que se sentía mal, le dio un abrazo.