A poco más de un mes de haber sido padre nuevamente, a los 83 años Alberto Cormillot lleva adelante con su mujer Estefania Pasquini (35) un especial método de crianza y alimentación para con Emilio, el bebé que nació el 17 de septiembre en el Sanatorio Mater Dei.
Y fue la flamante mamá quien durante una entrevista brindó algunos detalles de cómo planea la futura educación de su hijo… lo cual sorprendió y llamó la atención de Analía Franchín que, inmediatamente, salió a contestarle desde su cuenta de instagram.
"Nos gustaría que Emilio aprenda chino porque es lo que se viene. En un futuro queremos contratar a una niñera china para que le enseñe", fue la frase de Estefanía que Caras eligió para poner como destacado y de la cual se agarró la cocinera de Flor de equipo.
Haciéndose eco de dicha declaración, y a modo de sección pasando revista, Franchín salió a contestarle a la esposa de Cormillot desde su red social con un irónico posteo entre sus historias en el que subió la foto de Pasquini con el bebé en brazos y escribió: “Uyyy, ¡qué intensidad! Déjenlo que aprenda a limpiarse el culo solo primero".
Si bien ese fragmento de la nota resultó un tanto llamativo, a lo largo del texto Estefanía habló sobre su incursión en la maternidad y reconoció que le costó mucho quedar embarazada. "Nuestra vida se volvió más linda aún...Todo me parece hermoso”, deslizó la mujer del doctor Cormillot.
"Nos gustaría que Emilio Aprenda chino porque es lo que se viene. Queremos contratar una niñera china para que le enseñe", comentó la mujer del doctor Cormillot.
Sin embargo, cabe destacar que esta no es la primera vez que llama la atención el método de crianza que planean Alberto y su mujer ya que, semanas atrás, explicó un curioso plan de alimentación que elaboró para Emilio donde no le permitirán ingerir sal ni azúcar hasta los dos años de vida.
"Es porque son los dos años en los que el cerebro se va modelando, se van modelando los gustos. Después a él le podrán gustar las cosas saladas o las cosas dulces, pero no las va a requerir necesariamente porque su cerebro no se lo planteó ni está modelado para consumir eso", explicó Cormillot.
