Si hay una famosa que tiene personalidad, carácter y convicciones es Alejandra Maglietti, quien a lo largo de su carrera artística ha demostrado su gran capacidad para crecer, cultivarse y reinventarse. Y fue en diálogo con Julián Weich y Carolina Papaleo que la modelo recordó sus distintos trabajos y contó cómo uno de ellos horrorizó a su abuela… al punto tal de exorcizarle la casa.
Mientras estaban al aire en Vino para vos por El Nueve, la producción le puso en pantalla a la panelista de Bendita su primera tapa de revista en Playboy donde se animó a posar con poca ropa. Fue entonces que la invitada se animó a contar que tanto repercutió esa producción de fotos en su seno familiar.
“Nadie le contó nada a mi abuela. Mi papá me dejó hacer la revista porque me habían llamado de Gran Hermano y él no quería que entrara porque creía que yo iba a ser un desastre. Porque tengo carácter. Entonces, me llaman de Playboy y él sintió que no podía ponerse en contra de todo”, comenzó Maglietti quien manifestó que había hecho la sesión bajo el consentimiento de su padre.
“Y él me convenció que era mejor salir ahí que yendo a GH por mi carácter, porque soy complicada. Mi papá es re canchero. El es canchero y me decía: nena un topless. No le dijimos nada a la abuela porque se iba a poner…en un lugar chico. Y se enteró cuando estaba en los kiosco”, continuó Alejandra.
“Alguien fue con la revista y le dijo: Doña Lila, acá está su nieta. Inmediatamente, ella agarró el auto, cayó con el agua bendita en casa y empezó a decir que el diablo había entrado a la familia y cómo podía ser que haya pasado todo eso. Fue un drama familiar”, detalló la modelo.
"Cuando vio la revista mi abuela agarró el auto, cayó en casa con agua bendita y empezó a decir que el diablo había entrado a la familia. Fue un drama familiar", recordó la modelo.
En cuanto al revuelo que se armó en su círculo más íntimo cuando la publicación estuvo en la calle, Maglietti reconoció: “La mamá de mi mamá era. Por el contrario, mi abuelo materno me felicitaba y me decía que era valiente en un pueblo, en esa ciudad chica, al animarme”.
“Entonces empezó a haber como una grieta entre mi abuelo que me felicitaba contra mi abuela que decía que había entrado el diablo a la familia y que era un drama. Las mujeres estaban en contra y tenían más prejuicios. Por suerte, con el tiempo se olvidaron e hice cosas peores después. ¡Como las ElectroStars! Ahí mi papá me decía que hacía el ridículo”, cerró Ale.
