Hace algunos años atrás, Alejandro Fantino sorprendió a todos al contar su historia con Nahuel, su hijo, a quien conoció cuando él tenía tan solo 11 años. Y es que la noticia de su paternidad llegó de la mano de una escena muy particular, cuando Sandra Algarbe, su expareja, decidió presentárselo en una avenida porteña.
Sin saber de su existencia, el periodista se realizó un análisis de ADN y al confirmar que aquel hijo era suyo, la relación entre ambos no conoció ni de tiempos, ni de límites y de fronteras: conexión y amor al instante.
No obstante, el tiempo pasó, los dos fueron forjando aún más su vínculo y además de compartir gustos musicales y hobbies, ahora el conductor de Intratables decidió hablar sobre la emoción que le genera ser padre: “Es lo mejor que me pudo haber pasado en mi vida. Y cuando vos te encontrás con un hijo que no sabés que tenés, tenés que lanzarte locamente al amor”.
Además, en un diálogo con el ciclo radial Esto no es Hollywood, explicó cómo fue aquel sorprendente encuentro: “Yo, al verlo, a los 10 minutos tenía esa conexión de padre e hijo. Es una cosa que la naturaleza ordena interiormente, es una química que está. Es como un rayo que te conecta, sale del corazón de tu hijo y conecta con el corazón del padre; ocurre. Y esa conexión surgió en el momento que yo lo vi a él, que nos conocimos y creció constantemente”.
Ahora Nahuel tiene 30 años, reside en Córdoba y puede llegar a convertirse en un futuro en un hermano mayor de un hijo que anhelan tener Fantino junto a su novia Coni Mosqueira. Pero, en el mientras tanto, disfruta de estar solo con su papá.
“Él me construyó a mí como padre. No tengo más que palabras de agradecimiento para Nahu porque él me hizo mejor tipo, me hizo mejor persona”, agregó Alejandro mientras revelaba que el deseo de su hijo es mantenerse alejado de las cámaras de televisión, a diferencia de su trabajo: “No quiere ni rozar el mundo en el que yo vivo, no quiere la fama... Es muy perfil bajo”.
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