Con su singular personalidad, sus modismos y su verborragia, Alfa ya se destaca en la casa de Gran Hermano como uno de los participantes más picantes, que genera odios y algunos adeptos. En la convivencia experimentó varios cruces y ahora se hartó por segunda vez de Lucila.
El concursante más lóngevo ya había protagonizado una discusión tremenda con La Tora, en torno a una porción de pizza, que alcanzó un límite muy incómodo y vehemente de intercambio de recriminaciones en el living y que graficó la escasa empatía que late entre ellos.
Evidentemente ya está planteada la enemistad. Este domingo, Alfa se cansó de otra contestación de la blonda e incluso sintió la pulsión de abandonar el reality a causa de ese encontronazo. Tumbado en el jardín y mientras charlaba con Romina, el excéntrico bramó: “Me quiero ir. Está decidido".
Todo se engendró en el contexto de un reclamo de Lucila sobre el método de cocción de unos chorizos, lo que provocó que Walter estallara de bronca y por eso le contó a su compañera: "Me quiero ir porque no soporto la imbecibilidad de algunos. Ya es la segunda vez que esta piba me jode con la comida".
Lejos de los buenos modales, Alfa acudió a una definición repudiable y totalmente soez al definir a La Tora como una desesperada e incluso le dedicó un adjetivo discriminatorio. "Si ella es una gorda inmunda y lo único que piensa es en la comida, problema de ella”, exclamó.
Evidentemente la producción detectó que se venía una serie de declaraciones muy filosas, porque cortaron la transmisión en vivo luego que se escuchara a Alfa gritar: “Es la segunda vez que hace lo mismo".
