Se activaron algunas controversias alrededor de sus comportamientos recientes. Acciones que lo posicionaron en el eje de debates faranduleros, de esos que siempre procuró escapar. Luciano Castro quedó en el ojo de la tormenta por algunos episodios particulares.
En primera instancia por ese reclamo que esgrimió en un programa de televisión en Paraguay, cuando una periodista le halagó el físico y le tocó los brazos sin su consentimiento. Y luego con ese video que posteó Flor Vigna, en el que se percibía su mano en la zona íntima de su novia.
En un evento de presentación de la temporada veraniega, el cronista de LAM, Alejandro Castelo, charló unos minutos con el actor. La entrevista osciló por momentos singulares, con algunas concepciones algo picantes de la pareja de Vigna, que parecieron incomodar al movilero.
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Respecto al posteo de Flor, Luciano opinó: “Son cosas que pasan. El hecho de no ser parte, terminé siendo responsable. Yo no tengo redes”. Incluso aceptó el enfado de Sabrina Rojas: “Me parece muy bien, son sus hijos, y cualquier cosa que considere que no le gusta, lo tiene que decir”.
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Castelo titubeó para cerrar la nota y Castro lo arrinconó: “No te pongas nervioso. Vos entendés a quién le gusta hablar de esto y a quién no”. Así se originó el fragmento más raro de la charla que prosiguió con una pregunta del actor muy peculiar: “¿Alguna vez te descansé?”.
En arco amplio de posturas, que abarcaron desde la broma a los reclamos, Luciano clausuró esa entrevista enrarecida con una especie de queja: “No, hablemos enserio porque sino son todos víctimas. Hay que ser bueno. Después, todo lo que me explicas del laburo, yo hace 34 años que laburo de esto”.
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