El servicio militar obligatorio se erigió en un mecanismo que se ejecutó durante décadas en el país y que afortunadamente viró a una experiencia optativa, aunque a un costo muy doloroso como el asesinato al soldado Omar Carrasco, acontecido en 1994.
Desde ese episodio tristísimo nunca más se le exigió a los jóvenes transitar por ese entrenamiento exhaustivo, con métodos en muchas ocasiones horrendos. No obstante, Amalia Granata declaró públicamente que desea fervientemente que se retorne a esa práctica.
En su rol de diputada provincial por Santa Fe, la mediática brindó una entrevista en La Nación+ en la que expresó con lujo de detalles su intencionalidad. "Estuve en Israel y allí el Servicio Militar es obligatorio. Me encantó y me parece fabuloso. De hacerlo acá encaminaría la conducta de los jóvenes en el país", exclamó.
En pos de tratar de clarificar su pensamiento y cómo se imagina la implementación controversial, principalmente por su carácter de obligatoriedad, Amalia añadió: “El de las mujeres dura dos años y el de los varones dos años y medio. Cuando lo finalizan, se toman un año sabático para irse de mochileros y a los 23 arrancan la facultad”.
A la hora de intentar justificar su postura, Granata procuró focalizar en ciertos rasgos de la realidad social y narró: “Creo que es necesario para todos. Hay que pensarlo como la formación de una conducta para que los jóvenes se levanten a las 6 de la mañana, estudien, hagan ejercicios y se les pueda enseñar un oficio".
Y para terminar de redondear su proyecto, o su idea, la famosa agregó: "Ahora tenemos cada vez más pobreza y chicos en la calle. Primero hay que generar una conducta. Con eso podés encaminarlo hacia esa conducta y darles otro estilo de vida”.