Las semanas se amontonan una tras otra, para moldear un encierro de toda realidad cada vez más hondo. Los participantes de Gran Hermano continúan inmersos en el ostracismo, en el contacto nulo con la vida y el exterior en esta nueva temporada.
Los guarismos de rating distan de otras ediciones, con un promedio exiguo en relación con su antecesor, empero todavía consigue la atención para constituirse en el ciclo más visto de la pantalla chica. En las interrelaciones que se forman en la casa, se acaba de develar un dato tremendo de Andrea.
Resulta que la personal trainer, que también es instructora en musculación, se animó a confirmar que ofició de botinera, que en algún momento de su existencia cayó rendida ante la tentación de vincularse íntimamente con un jugador de fútbol profesional.
De ese modo, Lázaro describió que se entrelazó en la pasión con un ex defensor de Racing Club de Avellaneda, que incluso desarrolló una carrera en Europa, al pasear por las gramas verdes de instituciones del calibre del Inter de Milán, en Italia, y también en el Broughton de Inglaterra.
ANDREA DE GRAN HERMANO FUE BOTINERA
La trama de ese apasionado encuentro con un futbolista se produjo en una charla en el antebaño con Carlos Tocco, ex entrenador de Chacarita. En ese diálogo, la morocha anticipó: “Como me gusta ir a ver partidos de fútbol”. Y luego, intempestivamente soltó el dato: “¿Sabes a quien conocí yo y que salí una noche?”.
En una especie de incógnita, Andrea agregó: “Pero no me gustó, me gustó más el amigo. Un jugador de fútbol que jugó en Racing, que le dicen Galgo”. Y a los segundos confirmó la identidad de aquel amante: “Ezequiel Schelotto”. Ante lo cual, Tocco recordó: “Ah sí, el que jugaba de cuatro”.
