En un año en el que Telefé se hizo un picnic con El trece y lo pasó por arriba en todas las mediciones de rating, Los Angeles de la Mañana fue el único programa que le pudo hacer frente y, en muchas ocasiones, ganarle y sacarle buena ventaja a Flor de Equipo. La intempestiva salida del ciclo y de su conductor, Angel de Brito, llamaron la atención por esa circunstancia pero también por otras: por ejemplo, la incertidumbre en cuanto al futuro del periodista, que recién se resolvió cuando anunció su llegada a América.
En una entrevista que le brindó a Fernanda Iglesias para la revista digital Seúl, De Brito contó por primera vez los detalles calientes que rodearon su salida del canal de Constitución. "Es verdad que Canal 13 intentó dejarme sin trabajar. Ellos no querían que haga LAM en otro canal, en el mismo horario. Hubo carta documento, cuestiones judiciales… Hubo de las otras cuestiones también. Hubo de todo para que LAM no vuelva, pero volvió", aseguró el popular Angelito.
LAM debuto hace dos semanas en América. La sigla es la misma, el nombre no: ya no es "Los Angeles de la Mañana" porque va a la noche y aunque le buscaron un nuevo significado a la "M" no se lo encontraron: ninguno de los nombres propuestos convenció y tan sólo quedaron las tres letras. De 20 a 22, Angel de Brito se reúne junto a tres panelistas que ya trabajaban con él en el 13 (Yanina Latorre, Andrea Taboada y Pía Shaw) y otras tres nuevas: Nazarena Vélez, Estefi Berardi y la abogada Ana Rosenfeld.
"Eramos los que más medíamos, facturábamos muy bien, y un día nos mandaron a las 9 y media, otro nos dieron un estudio más chiquito. Hubo destratos", le contó De Brito a la revista Seúl.
Al momento de hablar de los motivos que lo llevaron a irse del 13, De Brito enumeró que "Son varios. Uno es presupuestario, obviamente, tiene que ver con el dinero. Y el otro es que hubo destratos en el último tiempo, sobre todo del producto. LAM era el único programa del canal, lo digo con orgullo, que le ganaba a Telefé, que es el líder indiscutido en todos los horarios. Y el único que lograba ganarle era LAM. Más allá de lo que pasaba en las redes, más allá del ruido, eran números de facturación concretos. Teníamos 21 PNTs por día, una locura".
De Brito agregó que "La verdad, nos iba muy bien y, bueno, un día vienen y dicen: “Tienen que ir a las 9:30 de la mañana”. Otro día nos mandan a un estudio más chiquito que al resto de los programas… Fueron pequeñas situaciones que se fueron sumando. Igual, yo estoy súper agradecido al canal, la pasé genial. Pero bueno, decidí terminar con ese tipo de condiciones, como hace cualquiera con un trabajo".
Para el conductor, fue un momento bisagra de su vida. "Con los números del programa era obvio que nos iban a llamar de otros lugares para trabajar, entonces yo contaba con eso. No es que me quería ir de la tele. No soy millonario, no soy Tinelli, no soy Repetto: tengo que vivir de mi trabajo. Yo sabía que nos iban a llamar de alguno de los otros canales para ir a trabajar y, si no, iba a esperar. Sinceramente. También tenía ofertas para ir a trabajar afuera, de jurado, puntualmente. Entonces dije: “Bueno, me la juego, si no lo hago a esta edad, ¿cuándo lo voy a hacer? Y por suerte salió muy bien porque tuvimos ofertas de todos los canales", reconoció.