La muerte de Silvina Luna causó conmoción en el mundo del espectáculo. Si bien era algo previsible por estar tres meses en terapia intensiva, muchos tenían la esperanza que se recuperara. Hasta antes de su internación, quería apostar a la vida, es por eso que Ángel de Brito reveló las charlas que tenían.
Los problemas de salud de la modelo datan desde el 2010 luego de que se sometió a una intervención quirúrgica con Aníbal Lotocki. Después, en el 2013 tras un periodo de dolencias e incertidumbres sobre lo que le ocurría, le diagnosticaron hipercalcemia y empezaron a fallar sus riñones.
Pese al trago amargo que le tocó afrontar, jamás bajó los brazos y su deseo por ponerse bien parecía que se opondría a cualquier adversidad. Aunque sentía un miedo constante a la muerte, no deseaba que su cabeza sea carcomida por pensamientos negativos, por lo que buscó refugio en el conductor de LAM.
Cabe recordar que estaba esperando un trasplante de riñón, pero que por diversas cuestiones aún no podía hacerlo. “Desde hace un año que tengo una bacteria y, hasta que no resuelva eso, no me puedo trasplantar. Tengo que seguir un año más, más o menos. Son unas bacterias resistentes. Sería como un lugar a llegar, a futuro”, explicó.
QUÉ HACÍA SILVINA LUNA PARA OLVIDARSE DE SU ENFERMEDAD
"Antes de entrar al Hotel habíamos charlado para que se sumara al programa y después como panelista fija. Tenía ganas de trabajar, por eso agarra el Hotel, estaba bien económicamente. Quería sentirse útil porque la distraía de estos conflictos de salud que tenía", sostuvo.
Para cerrar, de Brito añadió: "Siempre me lo remarcaba, quería venir a LAM de angelita aunque sea dos veces por semana. Tenía la cabeza metida en los quilombos de salud. Jugaba al pádel y me decía que fuéramos a jugar al pádel. Tenía ganas de vivir".
