Atrapante y movilizador. Una maquinaria que arrasa con todo a su paso, como una topadora que abre los caminos nevados con fuerza inusitada. Gran Hermano se erige en un fenómeno que excede el universo de la televisión y se convierte en un caso de estudio social.
A raíz del impacto descomunal, de esa capacidad de modificar hasta las conversaciones más cotidianas de la sociedad, y ni hablar de las tendencias en las redes sociales, Ángel de Brito aborda esta edición del reality con especial ahínco.
El conductor de LAM le dedica varios minutos de su ciclo a la cobertura de todos los vericuetos que brotan en el ciclo de Telefe, así como consiguió la mecánica de disponer en exclusiva del último eliminado para entrevistarlo a las pocas horas de salir de la casa.
Ángel, que recibió las críticas del sobrino de Romina, sorprendió en esta ocasión al ofrecer su visión, su lectura de las características de los concursantes y con un análisis de los hábitos de las votaciones se animó a compartir su pronóstico, su opinión respecto a los dos jugadores que alcanzarán la definición mano a mano.
A través de Instagram, y con su feedback tradicional con los seguidores con la activación de la posibilidad de recibir preguntas, el periodista soltó estos datos llamativos, que se transforman en una lectura poderosa y en una especie de vaticinio muy sustancial, a raíz de su conocimiento del reality, de la producción y sus informantes.
Un follower le escribió a Ángel: “¿Para vos quiénes son los últimos dos en salir de la casa de Gran Hermano?”. Lejos de obviar la inquisitoria o acudir a una respuesta ambigua, de Brito apretó el acelerador a fondo y confesó que considera que Alfa y Marcos accederán a la última votación, en marzo.