Angel de Brito nació en Lomas de Zamora, al sur del conurbano bonaerense, pero es tan argentino como uruguayo. Un día descubrió las encantadoras playas de Punta del Este, las calles mansas, arboladas y empedradas de Colonia y la mezcla de ciudad y barrio que todavía conserva Montevideo y quedó tan prendado del país vecino y hermano que sacó documento de allá y hoy disfruta la doble nacionalidad.
Al otro lado del charco, en la otra vereda del Río de la Plata, lo adoran tanto (o más) que acá. Sin embargo, algo que dijo en las últimas horas puede que erosione ese cariño que los charrúas sienten por él. El conductor de LAM se metió y dio su veredicto en una de las "grietas" que dividen a los uruguayos.
A ver: De Brito no opinó sobre el dulce de leche. No dijo si el Conaprole es mejor que el Lapatia, si Los Nietitos supera al Nabona o si el Calcar con crema es más piola que el histórico Colonial. Tampoco habló de yerbas ni del mate. Si prefiere Canarias, Sara, Selva o Contigo, o si lo toma amargo o dulce. Menos que menos se metió con el asado, ni tampoco se puso a discutir dónde nació Gardel: ¿Acá, allá o en Francia?
No, lo que hizo De Brito fue más riesgoso y audaz todavía. Porque sin querer queriendo se metió con la mayor de las divisiones que enfrenta el Uruguay. ¿Colorados, blancos, frenteamplistas? ¡Tampoco! ¿Cual es la gran pasión del Río de la Plata? A las dos orillas, el fútbol. Y así como en la Argentina los de Boca no aguantan a los de River, los de Racing cruzan a los de Independiente y los de San Lorenzo rivalizan con los de Huracán, en Montevideo, Canelones, Maldonado o Rivera los que se miran de reojo, históricamente, son los de Peñarol y los de Nacional.
De origen ferroviario, de allí su apodo de carbonero (cuando se fundó el club, con un nombre inglés, las locomotoras funcionaban a carbón), Peñarol ha tenido grandes equipos y ha paseado su estirpe popular, luchadora y guerrera por todo el planeta. Tricolor, bolso, y al mismo tiempo distinguido y popular, enorme en su tradición y gigantesco tanto en su pasado como en su presente y en su futuro, Nacional es el club del gran Parque Central, el campeón de América y del Mundo, el de la sangre de Abdón.
De Brito, que en la Argentina ha reconocido sus simpatías por Boca Juniors, aprovechó una publicación de Twitter para blanquear las que tiene en el Uruguay. Ayer, en ocasión del reencuentro de L-Gante con su hija Jamaica, uno de los asistentes del cantante se mostró con la camiseta aurinegra de Peñarol. Alguien lo destacó como "el momento Peñarol del día", algo a lo que se subió Angelito para dar su apoyo al "Manya": "Mi club" escribió junto al "hashtag" Uruguay. Ya lo veremos festejando un gol al grito de ¡Peñarol nomá!
