Ángela Leiva estuvo como en Radio La Red como invitada por Facundo Pastor para hablar de la vida, de su carrera y tener una charla amena, distendida contando anécdotas en un programa en el cual el conductor da lugar a que se sucedan ese tipo de reportajes con esa impronta de contar todo por parte de los invitados.
Las historias de la vida de Ángela son muchas, pero hubo una que acaparó la atención de todos y hasta tensionó al ambiente. La misma trata sobre cuando a la cantante se le apareció su madre fallecida antes de un show en el cual ella estaba esperando para salir a escena en una camioneta en el medio de la ruta.
"Estábamos en un pueblito de Salta. Yo estaba en la combi y había poca luz en la calle. Los chicos ya habían bajado para armar todo lo del show y yo estaba sola. De repente escucho que me golpean el vidrio, pero miro y no había nadie", comenzó el relató Ángela.
Ya con ese preámbulo puso a todos en órbita y en el estudio no había más nada que la voz de Leiva relatando este acontencimiento entre comillas paranormal. "Mi mamá tenía las uñas medio largas y cada vez que ella veía un vidrio, empezaba a tocarlo así", ahondó en detalles.
EL DURO RELATO DE ANGELA LEIVA SOBRE SU MAMA
"El punto es que yo estaba sola, y ni siquiera estaba con el celular, ya que como lo de su muerte era reciente, todavía estaba un poco triste", agregó. Al sentir el ruido de uñas contra el vidrio, el pánico de la cantante fue total a pesar de que ella pensó que era su madre.
"Cuando escucho esto, me paralizo porque sabía que ese ruido era de mi mamá. Imaginate el susto que tenía, no quería mirar", sostuvo ante la atenta mirada de los que estaban dentro de la pecera radial y los oyentes del otro lado del dial.
Su madre falleció de cancer a los 53 años y ella le dedicó una canción que muestra todo el amor que tiene con su recuerdo, pero que se le aparezca en medio de la nada, en Salta, estuvo lejos de ser una broma para la cantante.
Para cerrar la historia, Angela expuso: "Yo no quería mirar, entonces cierro los ojos y lloro. Pero cuando miro, estaba la silueta de mi vieja. Te lo juro. Ahí empecé a llorar y me paralicé, bajé la mirada. Cuando la levanté, no estaba más. Después empecé a gritar 'quién es, quién es', pero al correr la cortinita no había nadie".
