El destino jugó sus cartas a su favor, para cristalizar ese sueño, que se le presentó alguna vez como una premonición. Antonio disfruta de la mayúscula oportunidad de participar en MasterChef y se desenvuelve con mucha solvencia en la cocina.
El joven salteño se convirtió rápidamente en uno de los favoritos del público, ese que ha menguado en esta edición respecto a las anteriores en las mediciones de rating, por su historia de vida, por su sencillez, su manera de concentrarse ante cada desafío.
En las últimas horas, Antonio abrió su corazón para compartir una tristeza infinita, por un golpe inesperado que sacudió su alma. El oriundo de la provincia del norte armó un posteo conmovedor para despedir a una persona de extrema confianza y significancia en su vida.
Con unas fotos de un momento feliz compartido con ese ser de luz, Antonio le dedicó unas bellas palabras a la mujer que falleció y trascendió a otro plano: "Descansá en paz, bella mujer luchadora, mi abuela del corazón... Solo te pido que me cuides en este camino".
LA TRISTEZA DE ANTONIO POR LA PARTIDA DE UN SER AMADO
Una publicación muy valiente, que ratifica la importancia para Antonio de su círculo más cercano, ese enjambre de familiares y amigos que lo apoyan en este sendero de la gastronomía, el que asumió con toda la confianza para intentar atrapar el premio y ayudar a los suyos.
En cuanto a los guiños del destino, el salteño explicó cómo avizoró que estaría en este reality: “En 2015 lo vi y soñé que quería estar acá. Tenía 13 o 12 años, estaba terminando la primaria. Vi esa final y dije ‘yo quiero estar ahí, quiero tener mi delantal con la ‘M’ bordada y que tenga mi nombre’”.