Algunos dicen que su alcance es menor y que su radio de acción es reducido, pero las redes sociales siguen generando terremotos tanto "mediáticos" como "sociales". Este fin de semana, sin ir más lejos, la aparición de un video que mostraba el maltrato de un hombre a una mujer hizo eclosión y generó una verdadera revolución en contra de su protagonista.
En las imágenes se veía a José Schulman, presidente de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, discutiendo con la trabajadora de la terminal de micros de Santa Clara del Mar, en la costa bonaerense. Además de insultarla repetidamente, el hombre terminó de perder los estribos y le aplicó un golpe de puño a la muchacha. Absolutamente reprochable y repudiable.
El video se viralizó y en cuestión de horas se estaban pidiendo desde la cabeza de Schulman al frente de esa entidad hasta la aparición del "Colectivo de actrices", al que siempre se le pida que salga a escena cuando suceden este tipo de casos.
La noticia saltó del mundo Twitter y se instaló en los medios nacionales. Primero en los portales web, luego en las radios y por último en los canales de televisión. Antonio Laje, repetidamente acusado de maltrato por las mujeres que trabajaron en su programa, enarboló la bandera de la crítica contra Schulman. Semejante discurso recibió la reprimenda general del público.
"Lo que sucedió es que sos un violento, Schulman. ¡Una brutalidad! Insultos, le pega una cachetada. Además primero negó todo hasta que se da cuenta que había cámaras y lo filmaron. ¿Sigue en el cargo? ¡Es increíble! Si está todo a la vista. La insultó, la amenazó, le pegó una cachetada. Lo primero... tendrías que haber presentado la renuncia. Increíble que todavía siga en su cargo. Chapeaste con el lugar que ocupas, es terrible, hay gente que cree que tiene más derecho que otra", dijo Laje en su encendido editorial.
Nadie estuvo en contra del discruso en sí, sino de quién lo dijo. A Laje le dijeron de todo, y primero le recordaron todas las denuncias por maltrato que tuvo en su contra, y que a pesar de la avalancha de testimonios y de mujeres llorando que pasaron por la tele él tampoco renunció y se mantuvo aferrado al puesto contra viento y marea. Desde "hipócrita y falso" hasta "violento y agresivo". Esos fueron los términos que utilizaron los usuarios. Laje no tiene paz.