No se vislumbraba en el horizonte de nadie. Pocos osados se animarían a aventurar ese regreso, esa segunda vuelta de una pareja muy querida. No obstante, el fin de semana se desató un tsunami con la información de la reconciliación de Jimena Barón con Mauro Caiazza.
Después de toda el agua que corrió bajo el puente de aquella relación, con las explicaciones de un amor que se había desvanecido y una falta de conexión, la autora de La Cobra y el excelso bailarín decidieron caminar juntos nuevamente.
Todo lo que surgió de la investigación digital de la hábil Juariu, la panelista de Bendita, continúa latente en los medios y las redes sociales. Esas pruebas que desperdigó en sus plataformas digitales Mauro, con ese video en que se lo ve caminando, con una vecina que grita contenta por percibirlo con una compañía y la risa de una mujer, que sería Jimena.
"No tengo nada para decir, por favor", exclamó Jimena.
Luego, la storie en la que Caiazza muestra una mano de mujer, que sostiene un caracol, justo un caracol, cuando al bailarín lo llamaba de esa manera Marcelo Tinelli, cuando nació el amor con Barón en la pista del Bailando por un sueño.
Y por último, el morocho exhibe una sopa, el plato preferido de la cantante y la condimenta con perejil, lo que es un sello en la cocina de Jimena.
"No hay nada que decir, disculpame", repitió Barón.
Ante todo ese escenario, Paparazzi se mantuvo alerta en busca de Barón, de encontrarla, como lo hizo a fines de julio, cuando registró a la actriz hablando de su desaparición de las redes sociales y su salida de la casa de Daniel Osvaldo.
Recorriendo las calles de Palermo, donde la cantante reside, Paparazzi descubrió a Jimena yendo a un centro de estética, en la zona de Plaza Italia. Vestida con abrigo para paliar el frío de este martes, Barón aceleró el paso al detectar la cámara.
Con mucha amabilidad, pero con pocas ganas de detenerse y contar su verdad, Jimena repitió constantemente: “No tengo nada para decir, por favor”. Ante la repregunta de este medio sobre si se reconcilió con Mauro, la mamá de Momo volvió a insistir: “No hay nada que decir, disculpame”.
Así, raudamente, la influencer se sumergió en el centro de estética y dejó abierta la libre interpretación, dado que no negó las versiones de la reactivación del amor con Caiazza.