Los hechos de inseguridad están a la orden del día y en cualquier momento una persona puede ser una víctima más. En esta ocasión, al que le tocó vivirlo de cerca fue a Gonzalo Valenzuela, quien denunció que además de ser asaltado, lo drogaron.
La delincuencia avanza a pasos agigantados y lamentablemente con una mayor “inteligencia” por parte de las personas que tienen el único fin de apropiarse de las pertenencias ajenas. Y en una salida que Gonzalo hizo por Chile, contó el momento dramático que vivió.
“Salimos a comer con la Kika (su pareja) y unos amigos y de ahí nos queríamos pasar a tomar algo a otro bar. cuando llegamos había mucha gente y la Kika no quiso entrar y se fue donde estaban su hermanos. Yo me quedé, pero al ratito me quise ir”, comenzó diciendo en la TV de su país.
A partir de allí y sin imaginar lo que pasaría, comenzó una pesadilla para Valenzuela. Según contó Manguera, una persona a bordo de un auto que se presentó como un servidor de la empresa “Uber”, resultaría ser una falso chofer y terminó robando.
“Justo se pone a llover con full viento y yo iba caminando por Vitacura a ver si pillaba un taxi. De repente para un auto y me dice: ‘¿necesitai un Uber?’ Y me muestra la maquinita para pagar con tarjeta. Pucha, ahí yo confié, cuando me mostró la máquina y me subí feliz adelante, pensé que me había caído del cielo”, explicó el ex de Juana Viale.
EL DURO MOMENTO QUE VIVIÓ GONZALO VALENZUELA
Dado a que en ese momento no tenía el celular, ya que se había quedado en el bolso de su esposa, la condición climática hizo que Gonzalo ni dudara en subir: “Me ofreció agua, que acepté porque parecía una mineral nueva, como cerrada”.
Pero cuando llegó el momento de pagar, el posnet que estaba en auto no le tomaba la tarjeta, por lo cual muy amablemente el conductor le ofreció ir hasta un cajero automático y así reiterar dinero en efectivo: “Agarro mi tarjeta y la pongo en la maquinita para pagar, meto la clave y me aparece ese mensaje de que no funciona. El gallo me dice, tratemos de nuevo y claro, ahí debe haber mirado mi clave y me dice: a ver, préstame la tarjeta para ponerla yo. La pone debajo de la máquina y nada, no funciona. Le digo que paremos en una bomba de servicio, que saco plata para pagarle”.
En un hecho a donde lamentablemente le robaron 400.000 pesos, Valenzuela contó el triste desenlace de esta historia y que muchas otras personas también denunciaron: “No me acuerdo de nada más hasta que llegué a casa”.
