El jueves de la semana que viene se cumplirán 4 meses de la muerte de Diego Armando Maradona. 120 días sin el más grande de todos los tiempos. De ese fatídico mediodía del 25 de noviembre de 2020 en el que prácticamente se detuvo el mundo tras escuchar la maldita noticia de su fallecimiento.
Pocos minutos después empezaron los homenajes, que aún no se frenaron y no van a parar mientras exista en la tierra alguien que haya visto sus gambetas sin igual, sus tiros libres aterciopelados, sus pases que convertían en la más maravillosa música a un simple movimiento del fútbol. Acá y en todo el mundo seguirán sucediendo por años y años.
El campeonato argentino pasó a llamarse Copa Maradona. Al estadio del Napoli le pusieron Maradona, lo mismo que sucederá con el Unico de La Plata. Aún con todas las críticas que recibió, el velatorio y la última despedida fueron multitudinarios.
En las calles, por su parte, se ha manifestado el pueblo. A su modo. Con su arte, su cultura. Y su devoción. En las últimas semanas se han multiplicado los murales que recrean distintas situaciones "del Diego". Con la camiseta de Argentinos Juniors -debutó en el Bicho- la de Boca, la del seleccionado nacional (que un poco nos representa a todos) o la del Napoli. O simplemente su cara.
Ayer trascendió el mural más original de todos. El que difícilmente pueda ser superado por otro, al menos en ese sentido. ¿Por qué? Porque una parte de la cara, la de las facciones del rostro, está pintada perfectamente sobre una pared bordó. El pelo lo forman las ramas de un árbol, que caen justo sobre sus ojos. Curiosamente, parece otro de los milagros que ya se le asignan. Como el gol que no pudo meter River el otro día en el superclasico.
Cuando lo vio en Twitter, posteado por la cuenta "Museo RC 1903" (dedicada al Racing Club de Avellaneda, uno de los cuadros que dirigió El Pelusa), Gianinna Maradona reaccionó emocionada. Le alcanzó una palabra para demostrarlo. "Amo". No hizo falta más.
¡Fua, el Diego!
