En el 2015, Solano Cano, un joven nacido en Catamarca, ingresó a la Casa de Gran Hermano en busca de un sueño personal: ser parte del ambiente artístico. Si bien su paso por el reality resultó divertido tanto para sus compañeros como para el público, una vez que finalizó el programa poco se supo de él.
“Soy de Catamarca, allí crecí y viví mi adolescencia. Era un chico con los mismos sueños de todo adolescente que desea ser famoso y comerse el mundo. A los 18 años me fui a estudiar diseño de indumentaria en Córdoba y también me matriculé como maquillador… y llegué a Buenos Aires”, recordó en charla con Paparazzi.
¿Cómo llegó a ser parte de GH? “Vi un llamado para participar en GH y la intriga por ser una persona popular y conocer nuevas cosas no se hizo esperar. Me anoté, me llamaron y quedé. Saberse expuesto en la tele es un golpe al ego, no es sencillo y se puede perder la cabeza. Por fortuna, no perdí la cabeza”, siguió Cano, que fue el cuarto expulsado de aquella edición.
Durante los 42 días que estuvo dentro de la Casa, afuera se vieron compilados de él donde les enseñaba a sus compañeros a desfilar y tips de moda. Pero hubo un momento en Desayuno Americano que llamó la atención: cuando analizaron los retoques estéticos y cambios físicos en su imagen.
Y ahí, en el programa que conducía Pamela David, los especialistas dedujeron que, más allá de haber perdido peso en los últimos años, eran varias las intervenciones que le hicieron al hermanito, quien quería lograr un parecido al fallecido diseñador Jorge Ibañez.
Post reality, Solano tuvo algunas participaciones en televisión y, de hecho, fue invitado a Intrusos como crítico de moda y analizó los looks de los Martín Fierro. “Quería seguir estudiando, y en 2016 volví a mis estudios de diseño de indumentaria. Hoy quisiera volver a la televisión”, agregó.
Cano se desempeña como maquillador y asesor de imagen para clientas privadas y para publicidades o proyectos que lo contratan.
A 5 años de su salto a la popularidad, Cano se desempeña como maquillador y asesor de imagen para clientas privadas y para publicidades o proyectos que lo contratan. “Me encantaría volver a trabajar en tele como comentarista de moda y estilismo. Hay que estudiar, prepararse, leer muchísimo, y nunca es suficiente”, concluyó.