A los 15 años, en general, las jóvenes recuerdan su fiesta de cumpleaños, atraviesan un sinfín de descubrimientos y rebeldías, viven sus primeros amores y proyectan “qué quieren ser cuando sean grandes”.
Barbie Simons, en cambio, debió afrontar a esa edad el momento más duro de su vida: el suicidio de Leonardo, su papá. Después de un largo trabajo, la conductora pudo transformar aquel recuerdo ingrato en una sensación confortable.
“A esta altura del partido trato de soltar ese peso, esa mochila acerca de si hay o no hay perdón. Lo único que hay es agradecimiento porque tuve la bendición de tener un padre maravilloso que me inculcó valores que son los mas importantes en la vida: ser buenas personas, trabajadoras y leales”, le contó al programa radial Agarrate Catalina, de AM 1110.
“Me quedo con eso. Con la alegría de saber que mi papá está cerca mío, que está ahí, que está presente, que lo tengo cada minuto que prendo el celular y lo tengo en mi fondo de pantalla”, agregó Barbie, que además de conducir su propio programa sobre cine es panelista de Hay que ver, el ciclo de Canal 9 que lideran Denise Dumas y José María Listorti.
"Tuve la bendición de tener un padre maravilloso que me inculcó ser buena persona, trabajadora y leal", dijo Simmons.
Así, le dijo a Catalina Dlugi que “Hay quienes te cuestionan que estar mirando fotos o videos de una persona que no está en este plano es como estar conectado con la muerte, y para mi es mantenerlo vivo, porque una persona muere cuando se lo olvida. Mi papá está vivo en mi corazón, y así lo siento”.
Al borde de la emoción, recordó que “hubo mucho trabajo para llegar a este punto. Tiene que ver con la madurez, con mi evolución como mujer y como hija. Siento alegría cada vez que mo lo recuerdan. Me habla gente de Canal 9 que trabajó con él, o cuando subo a un taxi y me dicen “tu viejo era un ídolo” o en las redes. Llevo su apellido con honor, con orgullo, y con honra. Nunca dudé de usarlo”.
Además, contó que pone un poco de esa imagen paterna en la relación que tiene con su abuelo materno, “que tiene 90 años y es un ser sabio, culto, viajado, instruido. Desde chiquita que tengo una conexión especial. El me inyecta optimismo a mi”.
Barbie está de novia con Maximiliano Klevelich, un empresario del rubro automotor radicado en los Estados Unidos. Viven un amor a distancia, mucho más con la pandemia de coronavirus. “Nos comunicamos por videollamadas. Ahí vamos, sobrellevando la situación y poniendo buena actitud. Es más factible que él venga que yo vuelva. Amo Miami, es mi ciudad, pero hay un tema de relaciones sociales y familiares que hace que quiera estar acá”, remarcó.