Hace tiempo que Barbie Vélez (25) dejó de ser Barbarita. La muchacha, hija de Nazarena Vélez, creció y se convirtió en una actriz con todas las letras. Y el día que ofició de anfitriona para el programa Divina comida, abrió las puertas de su casa, ubicada en el barrio de Núñez.
Al abrir la puerta, un luminoso ambiente sorprende. Una cocina integrada se une al living donde un cómodo sillón negro invita a sentarse. Un dato curioso: Barbie tiene un anillo de luz, un artefacto de pie con el que se saca selfies que –según ella- hace magia.
Un detalle fashion completa la decoración del living: un enorme espejo donde la actriz suele chequear su look antes de salir.
“Bienvenidos. Esta es mi casa. Es chiquita, pero el corazón es grande”, dijo la rubia el día que recibió al exfutbolista José Chatruc, el diseñador de moda Santiago Artemis, la actriz Mariana Genesio Peña y la panelista Tamara Pettinato.
Los tonos blanco y negro dominan el ambiente. Las plantas también tienen su protagonismo. Un rincón dedicado a las fotos familiares, a las velas aromáticas y a los sahumerios es su preferido. “Creo que menos el departamento todo lo que está adentro es canje”, dijo risueña.
ROMPIO EL SILENCIO
La muchacha, que hasta el momento no se había pronunciado sobre la enfermedad que padece Federico Bal, quien fue su pareja, rompió el silencio en el programa El precio justo.
Ante la consulta de Analía Franchín sobre cómo había tomado la noticia, la hija de Nazarena lanzó: “Y… como todos, me parece. Fue shockeante”, dijo a la par que negó haberse comunicado con él cuando se conoció el diagnóstico de cáncer de intestino que lo aqueja.
“La verdad que no (tuve ganas de comunicarme con él). Una cosa no quita la otra. Sí fue shockeante y me movilizó… pero no”, finalizó.