Antes de salir al aire con Los Ángeles de la Mañana, su conductor, Ángel de Brito, anticipó mediante las redes sociales que esta vez sería un programa diferente y que había logrado “estar solo” y “deshacerse” de todas sus angelitas.
Atentos a ver lo que sucedía en el ciclo de El Trece, apenas comenzó, los espectadores cercioraron las palabras del periodista aunque no quedó completamente abandonado, sino que presentó a sus panelistas suplentes: Connie Ansaldi, Majo Martino, Lourdes Sánchez, Karina Iavícoli, Matilda Blanco y Barby Franco.
Cabe destacar, que en algún momento de los largos años que lleva LAM al aire, estas mujeres supieron ocupar una de las famosas sillas coloradas por lo que su presencia en el estudio no fue algo novedoso.
Pero tras terminar su presencia en el ciclo, la pareja de Fernando Burlando dejó asombrados a todos al hablar con Eltrecetv y revelar que había energías extrañas dentro del estudio.
"¿Acá estaba Maite (Peñoñori)? Hay buena energia”, comenzó explicando Barby. No obstante, al señalar la silla de Mariana Brey, su eterna rival, apuntó: “De ese lado, miedo. Pero acá hay muy buena energía".
La relación entre Franco y Brey comenzó a resquebrajarse luego de que la angelita oficial revelara que había sido pareja del abogado y que durante aquel tiempo se había sentido “muy enamorada”. Además, mantuvieron picantes cruces en vivo y diversas críticas sobre lo que publicó cada una en sus redes sociales.
Sin embargo, al disparar esas palabras, el notero se quedó asombrado por sus dichos y al explicarle que aquel sillón era el predilecto de Mariana, Barby reveló lo que le pasó una vez que estuvo en ese lugar: “Una vez me senté ahí y terminé con dolor de cabeza y náuseas, te juro, así que da miedo… Acá me siento bien”.
“Una vez me senté en la silla de Mariana Brey y terminé con dolor de cabeza y náuseas, te juro, así que da miedo… Toda ese semana tuve mala racha"
“¿Vos decís que te hizo alguna macumba?”, le preguntó el movilero entre risas, a lo que la modelo dejó una puerta abierta a una posible magia negra: “No sé, pero me sentí rara después, miedo. Toda esa semana tuve todo como mala racha”.
Asimismo, dejó en claro que a pesar de estar sentada en la silla de Peñoñori, con ella está “todo más que bien” y que no buscará quitarle su puesto de trabajo, deslizando que sí lo querría hacer con Brey: “Acá me siento bien y aparte no le voy a serruchar el piso a Maite”.