Más allá de todo el glamour, toda la prestancia, Moria Casán siempre se ha exhibido muy cercana y así también se muestra en esta etapa novedosa de su vida, en la que oficia con mucho amor de madrina de Vitto, el pequeño hijo de Belén Francese.
La diva aceptó con gusto el desafío, esa designación sorpresiva de la mediática para construir un lazo con el bebé y desde el nacimiento de la criatura ha desarrollado una relación muy cariñosa, así como ratificó la alegría que la inunda con cada sonrisa y cada gesto del gurrumino.
Belén experimentó un giro radical en su cotidianidad y su luz se transformó en otra intensidad con la llegada de la maternidad. En esa etapa tan conmovedora, la famosa eligió a Moria como madrina, nada más y nada menos, a raíz de la relación que supieron cultivar.
En su vista a Socios del espectáculo, Francese reveló cómo es Casán en este rol y sostuvo: "La verdad es que me mostró un costado suyo que yo desconocía. Es una madrina muy presente, siempre está pendiente de los detalles... yo había visto el trato que tenía con sus nietos y me encantaba en ese rol pero con Vitto me sorprendió aún más".
A la hora de esgrimir los argumentos que pesaron en su balanza para optar por la diva, Belén contó: “Fue algo que se dio naturalmente. Sentí que tenía que ser ella porque fue, junto con mi hermana, la persona que más estuvo presente en mi embarazo".
Y además, la mediática ponderó el acompañamiento tozudo y constante que recibió de la mega figura pública durante el embarazo. "Moria me preguntaba cómo estaba, cómo me sentía, me pedía que le contara de los controles y me compartía cosas de su embarazo... demostró un amor genuino hacía mi hijo que sigue al día de hoy", confesó.
