El dolor golpeó las puertas de la vida de Belén Francese, sobre todo esa nueva realidad que pudo componer con el casamiento con Fabián Lencinas y el nacimiento de su pequeño hijo Vitto, que camina por apenas el primer año de existencia en este plano.
Hace dos meses, la mediática recibió la horrenda, e inesperada, noticia de la repentina partida de la ex esposa de su marido, la madre de sus primeras dos hijas. Un episodio lamentable, que se enmarcó en la experimentación de un ACV que impidió que la mujer de 47 años pudiera pelear por su vida.
Esta situación generó que Belén y su pareja asumieran el desafío de criar a las niñas y rearmar su cotidianidad familiar. Una determinación lógica y totalmente loable. Claro que la angustia y el shock todavía forman parte de la dinámica diaria.
En su visita a PH, Francese describió el semblante que reina en el hogar, las secuelas latentes en lo anímico por esta muerte. “Siempre tuve una familia ensamblada, siempre me llevé bárbaro con las nenas de mi marido, pero ahora falleció la mamá de ellas y la vida nueva es que ahora vamos a vivir todos juntos”, confesó.
A la hora de compartir el mecanismo que elige para atravesar este escenario emocional, la famosa contó: “Son los planes de Dios, yo creo que todo te va como marcando lo que está preparado para vos”.
“Estamos repartidos porque estamos apoyando a las nenas, pero poniéndole el pecho, garra, y fuerza”, agregó Belén respecto al modo en que conviven con su marido con toda esta circunstancia compleja. Así como explicó que cambiaron de casa por un espacio mayor para todos los integrantes de la constelación familiar.
“Son cambios que son movilizantes pero al mismo tiempo te ayudan a enfrentar estas situaciones difíciles con amor”, aseveró Belén sobre las modificaciones radicales que se presentaron en su camino.
