Desde que comenzó el 'Wandagate', Benjamín Vicuña intentó mantenerse al margen del escándalo y sólo apareció en las redes sociales para defender a la China Suárez de la violencia que había recibido tras ser acusada de "robamaridos" por su relación virtual con Mauro Icardi.
"No puedo dejar pasar la violencia que se genera en medios y redes hacia una mujer que quiero y respeto como madre de mis hijos", publicó Vicuña en su cuenta Instagram.
Benjamín estuvo con la China Suárez más de 5 años y tienen dos hijos en común: Magnolia y Amancio. Los niños son el motivo por el cual el actor y la China continúan dialogando en buenos términos a pesar de todo lo ocurrido con Mauro Icardi y la filtración de los chats entre ellos.
En ese sentido, Benjamín se enfocó en disfrutar su soltería y publicó fotos de una de las últimas campañas que protagonizó donde puede verser muy feliz.
"Es sólo una cuestión de actitud", publicó junto a una imagen en la que se ve riéndose divertido.
El conflicto de Vicuña y la China Suárez por una propiedad
“Uno de los enojos fuertes de Benjamín es que ella se separó después que él le comprara la casa, según cuenta el actor, para dársela”, dijo Yanina Latorre y agregó: “Ahora que la casa hay que mejorarla y gastar un montón de guita, ella le pidió la plata él y no la quiere poner”.
Y Ángel de Brito sumó otro dato a esta versión, que viene del lado de Nico Furtado, el actor con la que se relacionó a Suárez. Según allegados al artista de El Marginal, el intérprete de “Diosito” sólo salió dos veces con ella y decidió dejarlo ahí.
“La historia no subió de nivel porque ella estaba muy enojada con Benjamín y él no estaba para bancar cabeza ajena. Benjamin no la quería soltar y se enojó porque no quería pagar las mejoras de la casa”, informó De Brito.