En un repaso que hizo por su larga y rica trayectoria artística, Benjamín Vicuña sorprendió al reconocer que "La Dueña", aquella ficción que protagonizó al lado de Mirtha Legrand y de Florencia Bertotti, le dejó un sabor amargo, un evidente gustó a poco. "Quedé con bronca, teníamos todo para romperla y no me dejó tan conforme", admitió para asombro de todos.
El galán chileno se confesó en Socios del espectáculo. Sorprendentemente, no lo engancharon en la calle ni les dio un móvil a las apuradas. Todo lo contrario: visitó el piso y charló con los integrantes del programa (los conductores Lussich y Pallares más las panelistas) durante un rato largo que se extendió por más de 40 minutos. En ellos habló de casi todos sus trabajos. Y también de sus hijos, cuando se emocionó y rompió en llanto.
De todos hablaba maravillas. Que los compañeros unos fenómenos, que el rating acompañó, que el director una maravilla, que el grupo era perfecto, que la pasaron bien y se hicieron amigos, que los libros eran fenomenales, que la escenografía esto, que los exteriores lo otro, que la gente compró la historia. Y así sucesivamente. Pero llegó La Dueña, y el gesto de Vicuña se modificó de pe a pa.
En realidad, el trasandino no habló mal de la diva, pero indudable que algo raro sentía por dentro. "Bueno, pues... fue trabajar con Mirtha Legrand, con todo lo que eso impone y todo lo que eso supone. No lo sé, no sabía decirlo, pero fue difícil hacer esa ficción" tiró Vicuña. Periodistas de pura cepa, todos se abalanzaron a preguntas para saber mejor a qué se refería.
"A ver -reflexionó Vicuña- la sensación que me quedó a mi fue la de bronca. ¿Y por qué bronca? Porque la verdad es que teníamos todo para hacer algo prefecto, algo genial. Teníamos un elenco excepcional, el guión era buenísimo, teníamos todo pero hubo algo que no cuajó para la cosa se afirmara. Se complicó, no sé, y el resultado final podría haber sido mejor".
Cuando los conductores le acotaron que "la historia tenía algunos problemas, sí", Vicuña no estuvo en desacuerdo, pero tampoco quiso profundizar en ese aspecto. Más vale se metió con que "fue difícil ensamblar al elenco. Uno tenía a los hijos en la escuela, otro n par de actividades extras, otros lo otro, y al final fue tan difícil que la cosa no fluyó como hubiera correspondido. Fue difícil", repitió Vicuña.