Benjamín Vicuña hace unas semanas pasó por la mesa de Juana Viale y expuso lo que ocurre con Bautista Vicuña, su hijo adolescente de 16 años y que se encuentra atravesando una de las peores etapas en cuanto a su carácter.
Y en este domingo lluvioso se hizo un hueco para estar en La Peña de Morfi, a donde fue entrevistado por Lizy Tagliani. En un mano a mano muy emotivo que tuvieron, volvió a tocar el tema de Bauti y lo que le está costando las nuevas facetas del vínculo padre e hijo.
Entre los diferentes “berrinches” y algunos caprichos que tiene el joven, algo que le cuesta mucho a Benjamín es que su pequeño le haga caso para levantarse. De hecho hoy, eran las 14.30 de la tarde y no había forma de despertarlo.
Uno de los motivos de por qué duerme mucho, es que Baustista comenzó a salir con amigos. Según contó su papá, le gusta “mucho la joda”, por lo cual es habitual que los fines de semana viva más de noche que de día.
“Mi familia está muy bien. Mis hijos bien, precioso. Hay uno adolescente…. ¡Levantate! ¡Levantate! Recién le estaba rogando que se levante. 14.30, 15 de la tarde. Pasa que sale, le encanta el fútbol pero también le gusta la joda”, comenzó diciendo Benjamín ante las consultas de Tagliani.
Habiendo heredado ese costado salidor de su papá, pero también con un corazón inmenso, habló a fondo respecto a cómo aborda la paternidad a sus 45 años. El actor chileno sabe que no es nada fácil y que su vez es lo más maravilloso que le pasó.
"La paternidad es cruel, los hijos son prestados porque vuelan. A mí hijo hoy le tengo que rogar para que tomemos el té juntos", sentenció Vicuña. Aprendiendo día a día de ellos, vive un momento de su vida especial y acompaña a cada unos de sus hijos en los procesos que le toca vivir.
