2021 fue, por lejos, el peor año profesional de Marcelo Tinelli. A todas las complicaciones y obstáculos que encontró en el mundo del fútbol (debió pedir licencia en San Lorenzo y se vio forzado a llamar a elecciones en la Liga Profesional, que presidía) se sumó un inesperado y doloroso traspie en la televisión, a la que volvió luego de un año y medio de ausencia: La Academia de Showmatch, la aventura con la que regreso a la actividad, fue vapuleada por todos los programa que le puso enfrente Telefé.
A diferencia de lo que pasó en todos los años anteriores, Tinelli se despidió de la pantalla sin pena ni gloria y envuelto en una fuerte incertidumbre: ¿Dónde iría a parar en el futuro? ¿Qué canal le confiaría, después de semejante golpazo, su prime time? ¿Qué otro horario se le podría asignar a una figura de la talla de Marcelo? ¿Se estará asistiendo al comienzo del final de la magnífica y extraordinaria carrera de la figura más importante en la historia de la televisión argentina?
Lejos de hacerse problema por todo eso, Marcelo armó las valijas, se subió a un avión y aterrizó en Punta del Este, donde transcurre las primeras semanas del verano 2022 en su chacra marítima de la zona conocida como "La boyita petrolera".
Allí, disfruta de las mañanitas frescas y los atardeceres soleados en compañía de su pareja, Guillermina Valdés, y de otra parte de su familia. Mientras tanto, en Buenos Aires fueron pasando cosas: por ejemplo, agobiada por las denuncias de violencia que sacudían a sus figuras y acorralada por un rating que hace rato no mueve la aguja, Liliana Parodi renunció a la gerencia de programación de América.
Las dos circunstancias -el incierto porvenir de Tinelli y la vacante que se generó en las altas esferas de América- coincidieron en tiempo y también en espacio. Entonces, según pudo averiguar y publicó en su sitio web la periodista Laura Ubfal, ya existieron los primeros contactos entre importantes autoridades de la emisora del cubito y Tinelli.
Según Laura Ubfal, Tinelli mantuvo charlas -por ahora informales- con un alto directivo de América. Podría sumarse con su conductor y como gerente de programación.
En esas reuniones en las que se barajó alguna posibilidad de que Marcelo se sume al canal en una doble función: en pantalla, por supuesto, pero también como el hombre que diseñe la programación para levantar la puntería y mejorar números que vienen medio flojos.
"Tengo una gran amistad con Gabi Hochbaum y me preguntó por mi situación en el canal”, le confirmó Tinelli a Ubfal, y cuando dio una respuesta evasiva no fue taaaan contundente. "No es tan así", contestó a la pregunta de su había recibido una oferta concreta para dejar el 13 y sumarse a América.
Hochbaum es un conocido hombre de los medios que cuenta con una participación en el paquete accionario del canal. Los otros "dueños" de América son Daniel Vila -el marido de Pamela David- y Claudio Belocopitt, empresario surgido de la industria médica que se hizo conocido en el comienzo de la pandemia por sus discursos encendidos y catastróficos.
“Le conté que estábamos en discusiones contractuales y quedamos en seguir hablando”, le agregó Tinelli a la colega. Mientras tanto, Tinelli sigue disfrutando de su período de descanso y, según se cuenta en su círculo íntimo, analiza la chance de pasar unos días en Necochea, ciudad de la que es oriunda Guillermina y que es muy cara a sus sentimientos.