Cuando la confianza se quiebra todo se modifica, ya nada vuelve a ser igual. No existen fórmulas para reparar una mentira de un calibre semejante y a pesar de los esfuerzos ese dolor late entre las paredes internas hasta que explota y brota a la luz.
El Wandagate no solo tiñó todo el mundo del espectáculo, también resquebrajó el matrimonio de Wanda Nara y Mauro Icardi, que se estima navega por aguas de inminente final, y además golpeó con fuerza la solidez de la pareja de Zaira Nara.
En todo ese embrollo, aquella revelación de la infidelidad del delantero con la China Suárez, también cayó en el ojo de la tormenta Jakob Von Plessen, de quien se aseguró que ofició de cómplice de Icardi al esperarlo en la puerta del hotel de París mientras se entrelazaba en la pasión con María Eugenia.
El marido de Zaira nunca le reveló nada a su esposa, mantuvo a rajatabla el pacto de silencio y al salir a la luz su participación la morocha sufrió horrores. Por eso en un primer momento se habló hasta el hartazgo de una crisis de pareja.
Parece que ahora ya no hay vuelta atrás. A partir de lo que informó Guido Záffora en Twitter, Nara y Von Plessen tomaron la decisión de surcar diferentes caminos. “Crisis y separación. Ella fin de semana con las amigas en un hotel. Él lejos”, posteó.
En Intrusos, Maite Peñoñori agregó más datos de esta verdadera bomba: “Hablé con Guido y él me dijo ‘me confirman que están en una crisis y que ya venían mal’”. Todo este desenlace se originó en el Wandagate y ese rol de Jakob.
Por su parte, Virginia Gallardo aportó más indicios al describir: “Me llamó la atención un comentario que hizo Zaira, que se subió al posteo de Wanda y Mauro y escribió ‘¿me quieren adoptar?’. Como diciendo si la llevan con ellos”.