Si hay algo que han dejado en claro Melina Lescano y Cande Molfese a través de las redes sociales es que son súper amigas. Y como dicen, en las malas se ven las verdaderas amistades. Y más allá de compartir salidas y cenas, la cantante de Agapornis estuvo muy cerca de la actriz cuando más la necesitó.
Captando más que nunca la atención de sus seguidores cuando en medio de la pandemia la artista de Violeta confirmó su separación de Ruggero Pasquerelli, fue ahí cuando se hizo presente la rubia para sostener, contener y acompañar a Candelaria.
El tiempo fue pasando... y las chicas se hicieron inseparables. Tal es así que, a menudo, Lescano suele quedarse a dormir en el departamento de Molfese donde lejos de estar pendientes de filtros y cuidados, las jóvenes influencers se muestran en las redes tal cual son al despertar.
Y fue el último fin de semana que Cande y Meli se despertaron pasado el mediodía, con ganas de desayunar algo sano, y donde mientras la ex de Ruggero se replanteará si salir de la casa en busca de palta o arreglarse con lo que había en la heladera para comer, que su amiga empezó a pasearse por la casa… de una manera un tanto extraña.
Molfese estaba lista para disfrutar de su desayuno/ almuerzo cuando vio entrar por la puerta del living de su casa a la cantante de Agapornis en pijama y con un accesorio que simulaba ser una especie de mini sartén y de donde salía humo.
“Son bombitas de limpieza. Estaba pasándole una de lavanda con romero, para las energías. Es algo que hago siempre”, contó Meli.
¿Qué hacía? Al ver lo que parecía un trabajo de brujería o limpieza, Paparazzi se contactó con Meli para ver de qué se trataba su tribal y contó, “son bombitas de limpieza de una marca que se llama Sagrada madre. Yo estaba pasándole una de lavanda con romero que es para las energías. Es algo que hago siempre”.
Por su parte, lejos de interrumpir el trabajo de sanación que estaba haciendo su amiga, la dejó y, entre risas, simplemente lanzó, “mi casa no tenía feas energías. ¿Qué estás haciendo? Sos la bruja haciendo gualichos”. A lo que Lescano le contestó en broma, “es para que te repongas del cansancio que tenés”.