Siempre polémica y con su particular forma de comunicarse, luego de pasar mucho tiempo alejada de la exposición, Calu Rivero reapareció en los medios y brindó una entrevista exclusiva para Infobae. Y fue en ese mano a mano que mantuvo con María Laura Santillán que la actriz se refirió a la decisión que tomó de hacerse llamar Dignity.
En los últimos años, y vaya uno a saber bien por qué, la joven influencer decidió tomar distancia de la actriz, de las redes e incluso de nuestro país. Sin embargo, decidió regresar y hablar sobre los grandes cambios que atravesaron su vida y que la llevaron a cambiarse de nombre.
“Estaba viviendo en Nueva York. Mucha gente me dijo: ¿pero en español no? No fue una estrategia, lo sentí. Cambiarme el nombre tiene que ver con algo que pasó en mi línea del tiempo. Es como los tatuajes, te marcan algo, vos te acordás qué significaba, el por qué. Claramente acá pasó algo, hubo una necesidad de reset, de cambiar”, comenzó Carla (como figuraba en su DNI).
Y siguió: “Necesidad de desprenderme de una narrativa y muy de adentro para afuera. Siento que muchas cosas las hice al revés, de afuera para adentro. Y todo lo que pasó lo composto, lo amo, lo abrazo y lo sigo teniendo. Lo integro. Calu está muy manoseado. Sólo puedo hablar de lo que me pasa, y es lo que vibro cuando me dicen el nombre. Lo amo y lo amé mucho, feliz de que me digan Calu”.
“Y cuando empecé con Dignity, como un juego, me sentía mejor. Es mi propia sanación, como un ritual, yo hice mi propio invento, un acto psicomágico para sentirme mejor. Cuando pasó todo estaba muy dolida y no daba lugar a esa sensación. No podía actuar, no lo sentía en las tripas”, manifestó Rivero.
Siguiendo con la charla, Calu se refirió a las consecuencias de ser una figura pública y tan expuesta, “sufro a veces, pero acá estoy, antes no me permitía ser tan honesta”. Asimismo, confesó cuál es su reacción cuando escucha algo feo sobre ella o que le duele. “Lo atravieso, dejo que me duela. Lloro. Lo que sea que pase, lo dejo. Antes lo suprimía, no le daba lugar”, compartió.
"Cambiarme el nombre fue una necesidad de reset. Cuando empecé con Dignity me sentía mejor. Sufro pero antes no me permitía ser honesta", lanzó la actriz.
Y, sobre las repercusiones de su cruce con Viviana Canosa agregó: “Y el dolor es una herramienta muy bella porque nos está diciendo algo. La última vez que salieron cosas lo agradezco, porque me puse a investigar un montón sobre la mujer, la prostitución. Es como un ritual o un rito. Esto es una mierda, por qué me pasa a mí o esto pasa, lo integro”.
Finalmente, en cuanto a las redes sociales y su decisión de tomar cierta distancia Calu reconoció: “No quiero mas que me pregunten ni cuántos followers ni cuanta gente lo ve. Cuando dicen tantas cosas feas de uno ya vas teniendo otra piel. No estoy leyendo lo que se dice, ni tampoco le estoy dando valor ni a lo muy bueno ni a lo malo”.
“Soy pública, cuando no hay información, nadie sabe dónde estoy, no estoy contando nada y tienen ganas de generar una información, la dicen. Si puedo responder, por ejemplo, en el caso que respondí, honro realmente a las mujeres. Me dignifico a mí como mujer. Me alejé mucho de lo que soy, de lo que genuinamente soy. Ahora digo: volvé a esa inocencia, que es la catamarqueña”, cerró.