Candelaria Tinelli hizo una profunda reflexión, desde la ciudad de Esquel, donde está cumpliendo la cuarentena obligatoria con su familia.
Ella decidió irse con su papá, Marcelo Tinelli, la pareja de él, Guillermina Vadés, dos de los hijos de su madrastra y Lolo, su hermano menor.
Ya han pasado varios días desde que está distanciada de su mamá y de sus hermanas y es cuando cayó en la cuenta de lo mucho que extraña a algunas amigas, a los afectos, ahora que la distancia esta impuesta por una enfermedad de rápido contagio.
“Es loco como uno cuando tiene tanto algo, deja de valorarlo. Se vuelve costumbre ver a tus amigas. Se vuelve costumbre dormir con tus perros. Se vuelve costumbre juntarse con la familia o salir a tomar algo con un amigo, hasta estallar de la risa”, soltó en su cuenta oficial de Instagram.
“Pero de golpe, PUM. Todo esto que tenías con tanta felicidad y casi ya no disfrutabas porque se había vuelto costumbre se vuelve lo que más deseas y extrañas. Realmente valoro a todas las personas increíbles que me dio la vida. Mis animales, mis vínculos. Visitar a mi hermana, abrazarla. Compartir charlas únicas, o solo estar ahí junto a esa persona, haciendo nada”, explicó la influencer en sus historias de la red social.
“Me genera extrema tristeza estar alejada de mucha gente a la que amo y que voy a seguir extrañando todos los días que vienen y faltan. Pero como dice la frase: ‘No hay mal que por bien no venga’. Y como dice también otra frase hermosa: ‘Después de la tormenta sale el sol", compartió este pensamiento.
Para Lelé no hay mal que por bien no venga y aprovechó a ver el vaso medio lleno: “Agradezco esta enseñanza que nos da el mundo. Este abrir de ojos. Agradezco tener salud. Agradezco tantas cosas. Y realmente espero con ansias poder volver a ver a mis amigas, familia, animales y encima saber que los voy a disfrutar mucho mucho mucho más que antes”.
Por último, dio un mensaje para todos sus seguidores: “Mantengámonos unidos. Respetemos la cuarentena. Aprovechemos a conectar con ese lado bueno nuestro, y con los que nos tocó hacer este aislamiento. Dibujen, escuchen música, lean, miren a los ojos. Hagan una introspección, conózcanse a ustedes mismos. Va a estar bueno, lo prometo. Me halaguen o me critiquen, yo los amo, abrazo a la distancia”.