Relajada delante y detrás de cámara, Carla Conte (42) es una pintura fresca. Conductora de Confrontados, en las tardes de Canal 9, la mamá de Mora, de diez años, y Facundo, de cinco y medio, se reconoce anti televisión en muchos aspectos, y feliz de la vida de estar nuevamente en pareja, en plena estabilidad laboral.
“El programa sigue durante el verano y todo el año que viene. Vamos a arrancar nuestra cuarta temporada, así que estamos muy felices. Estamos contentos con el programa que hacemos y con el grupo de trabajo, de la energía y del canal en donde laburamos. A nivel laboral estoy en una etapa en donde estoy disfrutando muchísimo. También siento un crecimiento enorme como grupo y en lo personal, porque era un rubro que no manejaba el de espectáculos y, la verdad, es que me siento muy bien con Rodri (Lussich), al mando de Confrontados", arranca.
"Que nos vaya bien y que en estos tiempos que corren saber que tenemos laburo el año que viene, llevando cuatro años de trabajo ya, es un orgullo enorme. Recibí alguna propuesta para hacer teatro pero estoy súper organizada… bue, súper organizada, mentira ja, ja. Estoy bastante organizada con la vida, con mis hijos Casi todos los días dejo a los chicos en el colegio, me voy para el canal, mis hijos van a la tarde. Termino a las cuatro de la tarde el programa y corro al jardín a buscar al nene. Hay algo que funciona en el horario y armado que tengo hoy que está bueno, estoy bastante tiempo con los chicos, y eso está buenísimo. Entonces, a la hora de hacer otra cosa, lo que más me cuesta es pensar cómo lo armaría", dice.
"Me encantaría hacer teatro pero tengo que pensar en las noches, los fines de semana, en muchas cosas. También, que estoy sola con ellos. No es lo mismo, en otras épocas si estás en la misma casa los dejás con el papá. Pero supongo que en algún momento se va a dar. Lo que sí, no me veo haciendo tres trabajos todo el año porque para mí la maternidad siempre tiene un lugar muy importante. Poder congeniarla con el laburo está buenísimo, y eso también es parte del disfrutar”, completa.
–¿Qué tenés de chica anti televisión?
–De anti televisión tengo todo, incluso el no pintarme las uñas seguido. Siempre me sentí muy extraña en ese sentido. No me siento una figura de la tele. Me muevo con mucha naturalidad en el medio, eso es cierto, me gusta, lo disfruto, más o menos transo con las cosas que hay que transar. Pero después no soy televisiva… el tema de las uñas es todo un asunto. Me cuesta dedicarle mucho tiempo extra a la estética. No soy de las minas a las que les gusta estar impecables de la mañana a la noche. Soy muy relajada a ese nivel, en la vida. Este año tuve una furia con el tema de ir a teñirme las canas. Me planteé por qué no me dejo el pelo blanco, si ya soy mi abuela, tengo más canas que ella… Me agarró un revire de cómo puede ser. La verdad es que tengo muchas canas, digamos todo. Cada tres semanas tengo que estar haciéndome el color, y me da mucha fiaca. Y decidí este año empezar a ocuparme yo también de eso, y se me hace más relajado. Prefiero más hablar de los contenidos del programa, hacer charla técnica, disfrutar de la previa que estar una hora maquillándome y peinándome.
–¿Qué lectura hacés de los avances que está teniendo la revolución feminista?
–Estoy involucrada desde el nacimiento de mi hija y en todo lo que me fue pasando a mí en forma personal, que algunas cosas las llevé a lo público quizá de una manera explosiva. Y el año pasado se pudo llevar a los medios algo que venía pasando en todos lados. Y que desde los medios tengamos la obligación, creo yo, en este momento, de estar atentos a cómo decidimos, cómo hacemos, cómo tratamos cada tema, que ya no se dicen tales cosas, que ya no se le discute a una víctima si es víctima, montones de cosas que están buenísimas. Estamos en pleno proceso, en pleno cambio, pero el lado que está cambiando me parece muy positivo. Y me encanta, me gusta muchísimo, aun equivocándome muchísimas veces, formar parte de este momento socialmente y públicamente. En su momento yo era una loca. Ahora somos un montón y nos escuchan de otra manera. Quizá también hemos cambiado las formas. O yo también las he cambiado. Para que los mensajes lleguen mejor, las buenas formas siempre son más positivas.
–¿Cómo está tu varoncito? Durante el embarazo pasaste por momentos difíciles cuando te comunicaron que tenía una morfología diferente en la cabecita…
–Mi hijo Facundo está enorme, precioso. Es completamente como un niño de cinco años que hace berrinches, quilombo, que tiene una energía tremenda. Es un personaje hermoso que de salud está súper bien. Aquellas fueron épocas difíciles, pero la realidad es que está bien. Y mi hija también. Y me tienen muy feliz.
–¿Guillermo Brutto, tu ex, es un papá presente?
–Sí, es un papá súper presente. Tratamos, en la medida que podemos, de criar juntos. Hablamos de las cosas que les pasan a los chicos y tratamos de bajar una misma línea.
–¿Se puede decir que estás muy enamorada por estos días?
–Estoy en paz disfrutando mucho de mi relación con Fede. Estoy de novia a esta altura de la vida y ya tengo hijos. Fede es un compañero hermoso, y el hecho de que él también sea papá hace que en muchas cosas nos entendamos súper bien y tengamos muchos puntos en común. A los dos nos gusta disfrutar, disfrutar de los chicos, tenemos tiempo con ellos y para nosotros. La relación no sé para dónde puede ir. No digo que no a la convivencia, casamiento o hijos… No me imagino hoy siendo mamá otra vez, Todo lo demás, no tengo idea de lo que va a pasar. Lo que sí, me encantaría que lo que tenemos dure un montón y crezca muchísimo, porque me gusta y me hace mucho bien. Estoy muy feliz, y todo lo que sea para adelante lo iremos viendo en el camino.
