Gran Hermano se convirtió en el programa más visto de la televisión argentina y es todo un éxito. Sin embargo, la temporada pasada tuvo mucho mejor recibimiento. Los participantes de la nueva edición ya protagonizaron el doble de polémicas que los ex hermanitos en tan solo semanas.
Quien emocionó a todos con su dura historia de vida fue Carla De Stefano. Fue Santiago del Moro, quien contó: “Dijiste en un momento que no tenías para comer y cuando salís a repartir unas tacitas, te encontrás a tu ex con otra mina... se queda sola con tres chicos, no le pasaban plata para comer”.
“Y ella emprendió y vendía cosas por Internet, se inventó a si misma un trabajo porque no tenía para morfar”, continuó. Fue entonces que Carla decidió contar su historia de vida y no pudo evitar emocionarse hasta las lágrimas en el programa de Telefe al recordar el peor momento de su vida.
Sincera, reveló: “Yo decidí separarme porque me sentía una planta, no me daba afecto y me desvalorizaba todo el tiempo; no me sentía amada y cuidada. No era feliz. Fue un abandono, ejerció violencia económica sobre mí. Me dejó sola con una cuota hipotecaria”.
LA DURA HISTORIA DE VIDA DE CARLA DE STEFANO
“El gasto del colegio privado de mis tres hijos. Entonces, me fundí. Y justo me habían hecho una mastectomía, me sentí meada por un rinoceronte. Tuve que reinventarme en compañía de Hugo, que es el amor de mi vida. Me reinventé desde el garage de mi casa”, contó.
Eso no es todo porque decidió ir por más: “Donde empecé a meterme en el mundo de las redes para poder vender y darle de comer a mis hijos. En pandemia llegué a hacerme permisos truchos para poder entregar la mercadería, me recorrí todo Buenos Aires”.
“Me iba contenta porque sabía que con lo que vendía iba a tener para darle de comer a mis hijos. Trabajando duro pude salir adelante. No necesito que me pase plata por alimentos, que todavía no me pasa. Cuando la prioridad es la comida, salís a laburar como sea”, confesó.
Y finalizó a corazón abierto súper emocionada hasta las lágrimas: “Al séptimo día de estar acá, llego a la conclusión de que salgo mucho mejor persona. Me hace revalorizar cada momento que paso con mis afectos. Dame una carretilla de plata o a mis afectos y no me importa el dinero. Tener afectos es re importante, es vital”.