El 11 de marzo de 2022 el mundo del espectáculo y el periodismo sufrió una de las partidas más dolorosas del medio con la muerte de Gerardo Rozín. El histórico conductor de La Peña de Morfi murió luego de luchar durante un tiempo contra un tumor cerebral.
En el momento que se dio cuenta que su cuadro era irreversible, Gerardo tomó la decisión de cambiar su vida; aprovechar su tiempo de otra manera. Poco a poco comenzó a despedirse de su familia y amigos, pero una persona que lo tiene muy presente es Carmela Bárbaro.
La ex pareja de Rozín y con quien tuvo a su hija Elena, decidió reaparecer para romper el silencio. Con un testimonio desgarrador sobre lo que fueron sus últimas charlas, aún siente una angustia galopante al hablar del tema.
"Uno cree que sí, que se va preparando... Y lo cierto es que me parece que no hay una manera. Y además no podés saber qué es lo que viene después, como se te acomoda la vida o no. Yo tengo hijos, hay que sostener", explicó Bárbaro.
Pasar por aquella tragedia y tener que enfrentarlo con su pequeña, fue una enorme prueba que debió superar: “Mi hija está bien. Fueron años muy difíciles, de mucho trabajo, de mucha dedicación, de mucha renuncia personal también. Siento que es lo que tenía que hacer y que rindió sus frutos. Eso de alguna manera me enorgullece, me alivia. Pero fue muy difícil: tenía 51 años, mi hija tenía 11. Yo tengo un nene más chiquito. Y aparecen miedos, aparecen problemas".
LAS ÚLTIMAS CHARLAS DE GERARDO ROZÍN
Entre sus confesiones y un testimonio desgarrador, lanzó una crítica feroz contra aquellos famosos que despidieron a Gerardo pero que jamás se acercaron: “Me enojé mucho, porque así como hubo mucha gente en los homenajes, hubo mucha gente en las redes sociales, en mi teléfono hay poquitos. Muy poquitos".
En un relato estremecedor que dio en su entrevista a Socios del Espectáculo, contó cómo fueron esas últimas charlas con el periodista. “Él me llamaba todas las noches a las 12 de la noche. Y era una carga fuerte porque, primero nos reíamos mucho, y después terminábamos hablando de la muerte, de las cosas que él quería cuando se muera y me pedía que yo lo anote", aseveró.
Sin embargo, ser esa la persona que él elegía para tocar esos temas tan sensibles, le terminó haciendo muy mal a Carmela: "Yo terminaba llorando a veces hasta las 5 de la mañana y me acuerdo que hablé con mi analista de esto y con mis amigos, y decidí hablar con Gerardo para decirle que no podía soportar esto porque me dejaba rota todas las noches. Me puedo acordar calcadas las conversaciones que tuve. Se me retuerce el estómago".