Las tormentas azotan su presente y desestabilizan sus cimientos. Nicole Neumann deambula por un periodo álgido, a raíz de la denuncia que presentó su hija Indiana en la Justicia por maltratos y violencia psicológica, que no avanzó ni se convirtió en una causa activa.
Más allá que los tribunales desestimaron la exposición, la modelo quedó envuelta en una polémica, en una controversia por el tenor del acontecimiento, que refiere a una adolescente que optó por abandonar el hogar materno y sumergirse en el resguardo de su papá Fabián Cubero y su pareja Mica Viciconte.
Los coletazos no tardaron en cristalizarse para Nikita, que además de todo el debate de su caso decidió tomar una acción conclusiva sobre su aspecto profesional y de manera repentina renunció a su puesto en Los 8 escalones del millón, el ciclo de Guido Kaczka.
Ese portazo, que evidentemente se relaciona con bajar el perfil, con alejarse del foco de las polémicas de Nicole provocó reacciones de todo tipo y principalmente análisis de esa determinación, como fue el caso de Carmen Barbieri que conoce a la blonda.
Resulta que la conductora de Mañanísima iluminó un aspecto poco conocido de Neumann y su personalidad, un rasgo llamativo, que podría convertirse en un factor influyente para la pelea, que luce irreconciliable, con Indiana Cubero y esa distancia enorme entre madre e hija.
Carmen habló de Nicole en su ciclo y soltó una declaración explosiva al manifestar: “Nicole es una mujer muy tranquila, una gran compañera, una gran profesional pero tiene una gran personalidad y tiene su carácter… entonces habría que ver”.
Y luego añadió: “Cómo me gustaría hablar con ella. Yo la quiero mucho, he tenido una muy buena relación con ella. Tiene una personalidad muy fuerte sí. Una cosa tan privada que salga a la luz, porque ella no es de ventilar. Es mediática porque está en el medio, pero no es de contar su vida privada”.