La primera vez que Carmen Barbieri enfrentó un micrófono para hablar de la enfermedad que sufre Fede Bal, su hijo, fue con Paparazzi. Eran los últimos días del mes de febrero. Ella no quiso llamar al cáncer por su nombre, pero en esa charla dio pistas de lo que algunas horas más tarde confirmaría el mismo actor desde las redes sociales: “El tratamiento lo hará en el Fleming. Está muy confiado de todo el equipo médico que lo acompaña, sabe que hay muy buenos médicos en el lugar y no quiere hacer interconsulta”, comenzó.
“Tengo mucha fe que el resultado del tratamiento va a ser muy bueno y que todo saldrá muy bien. Yo me pienso quedar en Mar del Plata hasta el 15 de marzo y después voy directo a Capital Federal. Definitivamente, Fede suspendió su viaje a Australia y yo el mío a Nueva York”, dijo la rubia en un momento en que el coronavirus era un problema de Europa y China y quedaba muy lejos de la Argentina.
“Fede no está solo: su hermana Julieta está firme junto a mi hijo y el que se está ocupando de todo el tema de papelerío es Roberto Peña, su pareja. Insisto, tengo fe plena en que va a estar todo bien”, finalizó Barbieri en esos días.
Ya de regreso en Buenos Aires, Carmen está muy cerca de Fede, a quien le diagnosticaron un cáncer de intestino. Pero a ese drama se le sumó ahora la problemática que conlleva la cuarentena por el coronavirus. Y en una reciente entrevista la actriz contó las dificultades que tiene para ver a su hijo y cómo eso alteró su estado de ánimo.
“Es verdad que soy fuerte, por algo Fede me dice siempre que soy una leona, pero sabés que por dentro no puedo más. ¿Vos entendés que no puedo abrazar a mi hijo? ¿Sabés lo que significa no poder contener a tu hijo en un abrazo de madre, lleno de amor, de esperanza, de coraje? Es muy duro, muy duro”, explicó la capocómica.
SIN TOCARSE
Como Federico está dentro de la población de riesgo no puede estar cerca de su madre y sólo se ven cuando él va hasta el sanatorio para someterse a la quimioterapia. “Lo veo a través de videollamada, hablamos todo el tiempo, pero el momento en el que nos vemos cara a cara es cuando va a la sesión de rayos y quimioterapia al Fleming, que pasa por casa y lo veo desde la puerta, a través del vidrio del auto”, contó la artista.
"Fede no está solo: su hermana Julieta está firme junto a mi hijo y el que se está ocupando de todo el tema", dijo Carmen.
Por último, Carmen reconoció que la situación la tiene muy mal, ya que viene sufriendo muchas pérdidas en el último tiempo. “Obvio que estoy fuertísima para afrontar el tratamiento con Fede, aunque me siento desgarrada por dentro. No te olvides que a mí la vida me viene castigando desde hace dos años: primero se murió mi mamá, al año siguiente se murió Santiago, y empezamos este año con el cáncer de Fede. ¡Es mucho! No termina de sanar una herida que ya aparece otra”, terminó.