Celeste Muriega brilla con su simpatía, así como con su belleza escultural. En este periodo de aislamiento social obligatorio suele exhibir diariamente sus actividades, con mucha preponderancia del físico. Pero también cultiva su alma, su ser interior, su alma.
Hace unos días llamó la atención un stop en sus posteos de Instagram, pero había una explicación. Ella en 2015 decidió cambiar su alimentación, no solo por una más sana, sino al dejar la carne. Todo luego de hacer una especie de curso y transformación interna.
El tiempo pasó, y entre tantos compromisos y trabajo siempre postergó un programa que deriva del conocido “arte de vivir”, que se denomina el “arte de la respiración”. Así que la morocha aprovechó la cuarentena para hacerlo de manera virtual y se mantuvo por tres días incomunicada y sin tecnología.
NO PODÍA TENER CONTACTO NI HABLAR CON NADIE, HAY MOMENTOS DE REFLEXIÓN. ESTÁ MUY BUENO
“No podía tener contacto ni hablar con nadie. Es una manera de encontrarse con uno mismo, de meditar. Pero no es que estás sin hacer nada. Todo el tiempo te dan actividades, momentos de reflexión. Está muy bueno”, describió Celeste en diálogo con Paparazzi.
Claro que después de apagar todo durante setenta y dos horas, con la vorágine que se mueve el mundo, Muriega iba a toparse con un sinfín de notificaciones digitales. Así lo explicó: "Tenía miles de mensajes, empecé a leer y responder a todos. Y tenía ganas de charlar también, de hablar. Creo que ese día me terminé durmiendo re tarde".
CUANDO AGARRÉ EL CELU TENÍA MILES DE MENSAJES Y TENÍA GANAS DE CHARLAR TAMBIÉN
Mientras mantiene este estilo de vida saludable, y respeta la cuarentena, Celeste comparte con sus seguidores sus rutinas caseras de ejercicios y alguna que otra receta sana y nutritiva. “Como sano, pero soy de buen comer. En el curso anterior me decían que las porciones tenían que ser del tamaño de la mano. ¡Imposible! Me muero de hambre con eso. Como mucho pero bien y saludable”, finalizó.
Declaraciones: Luciana Elbusto.