Tras una semana atendiendo a Jorge Rial en cuanto medio podía, y defendiéndose luego de que el periodista también la criticara, Yanina Latorre volvió a alzar el guante desde su trabajo en radio Mitre solo que esta vez quien estuvo en la mira de la mediática… fue Nicolás Wiñazki.
Todo comenzó en Polino auténtico, el ciclo del cual la angelita participa cada sábado junto a Marcelo y a Amalia Granata. ¿Que la hizo enojar ahora? Mientras charlaban en el estudio de la emisora, tanto el conductor como Latorre hicieron hincapié en la relación que tiene la rosarina con Wiñazki.
Y luego de recriminarle a Granata el hecho de que cuando se encontraba con el periodista de Lanata se cortaban solos hablando de política, con la verborragia que la caracteriza, Yanina comenzó a despacharse, “yo también pensé que era compañera de Wiñazki. Pero resulta que ahora ni me mira”.
“Yo también pensé que era compañera de Wiñazki. Pero resulta que ahora ni me mira. ¡Me revienta!”, lanzó la angelita.
Sin filtro, siguió: ”me revienta. Él cuando se va de acá nos escucha y antes me mandaba mensajes a mí… ¡Pero ahora le escribe a Amalia! ¡Wiñazki te prohíbo que le vuelvas a escribir a Granata!”. Si bien con el remate de su descargo podría tratarse de una broma de Yanina hacia el comunicador… luego dio un giro y pareció enojarse de verdad.
Fue entonces que, aprovechando la oportunidad, Latorre le pegó, ¡y ya no en chiste! “A mí me llamó para sacarme data de la vacuna ¡Es un atrevido! ¡Me llamó nada más que para eso! Y no me invita a su programa”, descargó la angelita refiriéndose al episodio en que viajó a Miami a vacunar a su mamá.
Tras la catarata de ataques que lanzó la mujer de Diego Latorre hacia el periodista del Trece, y el reclamo que le hizo en público a su compañera de programa, Amalia salió a defenderse y expuso: “tiene un programa político ¿para qué los va a invitar a ustedes?”.
Lejos de conformarse con el argumento de Amalia, y sosteniendo su descargo, Yanina concluyó, “no sé, a mí Lanata me invitó, y vos no te hagas la canchera”. Acostumbrada a tener la última palabra, o al menos en lo que se caracteriza, la angelita dio por cerrado el debate. Pero, ¿qué dirá Wiñazki?