La casa de Gran Hermano se convirtió en una caldera desde que entraron los familiares de los jugadores. Y luego de la fuerte pelea que tuvo La Tana con la prima que derivó en la inesperada partida de la pariente, sin valija y presa de un impulso, a Chiara Mancuso le tocó lo peor: despedir a su hermano.
A días de reencontrarse con Giovanni, Chiara tuvo que decirle “adiós” por decisión del Pestañas, el novio de Luz Tito. Resignada con las reglas del juego, la morocha se mostró molesta pero respetuosa de la elección del español que había sido beneficiado con la posibilidad de eliminar a uno de los familiares.
“Todo bien, no te preocupes”, le dijo Mancuso, pero juró vengarse fuerte. “Hoy lo eliminás a mi hermano, yo después elimino a Luz del juego”, prometió, muy picante. Y acto seguido, la participante cometió una pequeña aunque provocativa revancha al destruir el producto más preciado para muchos de los concursantes.
Sin titubear, agarró los cigarrillos que eran para Luz y los rompió en mil pedazos en su cara, declarándole la guerra. “Eran mis cigarrillos que eran para vos. Chau, a la mierda”, lanzó. “¿Y yo qué culpa tengo?”, rebatió la jujeña, mientras todos quedaron en shock al ver la lluvia de tabaco y nicotina en la mesa de la cocina.
EL DRAMA DE LA FALTA DE COMIDA EN GRAN HERMANO
Cabe destacar que la pelea de Chiara y Luz se dio en uno de los contextos más álgidos dentro de la casa de Gran Hermano. Los jugadores no tienen comida y el kiosco los hundió en la miseria por sus pésimas decisiones dominadas por la adicción al cigarrillo.
A la vez, este problema se agravó aún más con el ingreso de los familiares. Ante un presupuesto que no alcanza para las comidas diarias, cada día hay más roces por los alimentos y los ánimos de todos están al límite cada vez que se evidencia que la compra semanal no les rinde.
Mirá También
