Ese muchacho enorme que cubre para distintos canales todo lo que pasa con el coronavirus en Inglaterra se llama Christian Martin. Es argentino, jugó al rugby en el CASI (su hermano, el Yankee Martin, fue una figura embelmática de Los Pumas) y está radicado en Londres hace 25 años. En las últimas tres semanas se la pasó contando muertos, contagiados e internados. Hoy, en cambio, dio una noticia que puede cambiar el ánimo del mundo: según lo que publicó en su cuenta de Twitter, la vacuna contra la enfermedad estará lista en menos de tres meses.
“ULTIMO MOMENTO” arrancó Chrtisian su tuitt, con mayúsuculas para darle la misma intensidad con la que empujaba cuando jugaba de pilar. “Emocionante e histórico” continuó. A esos calificativos les siguió un “Científicos de la Universidad de Oxford me acaban de confirmar que CASI SEGURO TENEMOS VACUNA CONTRA EL CORONA VIRUS PARA PRINCIPIOS DE SEPTIEMBRE”.
El fornido Martin ha forjado una carrera intachable basada en la seriedad de sus informes, habitualmente dedicados al deporte del Rreino Unido y buena parte de Europa. Antes del coronavirus se habìa hecho conocido por contar las aventuras y desventuras de los equipos ingleses y los futbolistas argentinos y sudamericanos que juegan allí. La credibilidad de sus “primicias” agiganta la esperanza de que el coronavirus tenga una vacuna. La Universiad de Oxford, además, es una de las más prestigiosas del mundo.
Gran Bretaña es uno de los territorios que más ha sufrido las consecuencias del virus. Al momento de escribir esta nota, según el relevamiento diario de la universidad de medicina Johns Hopkins, sumaba 16.544 fallecidos, una cifra que se ubica solo por debajo de las causadas por la pandemia en los Estados Unidos (40.724), Italia (23.660), España (20.852) y Francia (19.744).
La semana pasada, Martin fue noticia por un “tenso y divertido” momento televisivo que protagonizó con Eduardo Feinmann. El periodista intentó jugarle una broma cuando le dijo “es la primera vez que te veo sonreír en tu vida” a lo que Martín, lacónico, responduió “hace tres semanas que estoy contando muertos, Eduardo”. Quizás hoy haya dado la noticia que espera el mundo y pueda esbozar una mueca de alegría.