El Gran Premio de la Cocina está atravesando una de las temporadas más especiales del certamen, y es que ahora, los competidores son todos los ganadores de las ediciones anteriores y las exigencias están a la orden del día. Pero en algunos momentos queda un espacio para las charlas y las anécdotas, y en el último programa fue Christian Petersen quien se destacó.
El divertido momento comenzó cuando Gustavo, uno de los participantes, presentó una number cake, es decir una torta en forma de número, que debía ser una réplica exacta de la original que le entregó la producción. Pero lejos quedó su elaboración de ser igual a la original, ya que contaba con dos pisos de masa resquebrajados.
Antes de dar su devolución, Petersen recordó un insólito momento que vivió hace un tiempo atrás y, en vez de retar al participante, decidió contar su experiencia: “Sabés Gustavo, me pasó algo parecido. Una vez fui a cocinarle a un presidente de la Argentina a 300 kilómetros y chocó la camioneta cuando estaba por llegar. Y tuve que hacer una torta y estaba parecida a la tuya, golpeada, a la banquina, accidentada".
Contagiándose de la risa de Christian, Gustavo se tentó y agregó: "Cuatro vuelcos dio la torta". Pero interesada en conocer cómo fue la solución al problema, la conductora Karina Zampini le preguntó: “¿Cómo termina la historia? ¿Qué hiciste? ¿Nadie se lastimó?".
"Todo impecable, no pasó nada", respondió Petersen, aunque la conductora siguió con el interrogatorio: "¿Levantaste el teléfono y dijiste 'se las debo'?". Recordando la situación, el cocinero contó cómo resolvió el complicado caso: “Eran como las 8 de la mañana... Volvimos a ir, viaje de vuelta, llegamos justo, fuimos por todo el pueblo preparando las cosas. Hicimos la comida, sufriendo… Pero la hicimos".