Cinthia Fernández atraviesa por una etapa distinta a la habitual, alejada de las estridencias y reclamos y cercana a la recapitulación de su historia personal compleja, sensible y dolorosa.
Hace unas semanas, la bailarina tomó coraje y narró en LAM la violencia que sufrió de Matías Defederico con detalles de una golpiza en Chile, en la que la acogotó y que como consecuencia tuvo que trasladarse a un hospital.
Este domingo, la panelista volvió a sumar valor y se animó a detallar otro episodio grave de agresión física, que tuvo como destinataria a una de sus tres hijas. En la visita a la mesa de Mirtha Legrand, la panelista describió aquella horrenda vivencia.
Fernández narró el durísimo trance que experimentó con su exesposo: “Después de lo de Chile le di otra oportunidad para no romper la familia. El límite fue cuando volvió a pasar un año después, que incluye a mi hija. Me quiso pegar a mi y mi hija estaba al lado. De hecho hoy el lugar donde la golpeó la tiene necrosado, una marca que la tiene para toda la vida”.
Decidida a compartir con el mundo todas las situaciones traumáticas, Cinthia encontró la manera de especificar el momento en que entendió que debía divorciarse de Matías. “Me volví de Ecuador para hacer temporada con Flavio Mendoza. Cuando llegué, me quería separar pero no sabía como. No quería hacer sufrir a mis hijas”, sostuvo.
Hasta que reconoció el preciso instante que colmó su paciencia: “Una noche me va a buscar al teatro, fuimos a cenar, me trata mal en público. Estaba la niñera y cuando él se fue al baño ella me dice ‘porque deja que la traté así’. Eso fue un click. Encima esa noche se fue a bailar con una mina”.