En una explosiva visita que hizo al programa de Carmen Barbieri, Claudio María Domínguez recordó los viejos enfrentamientos que mantuvo con Jorge Rial -incluso judiciales- y contó un encuentro casual que protagonizó con el periodista después de demandarlo. "Fue en el ascensor de C5N", contó, para después confesar qué se dijeron, y qué no, en ese momento de altísima tensión.
Antes, Domínguez rememoró qué cosas provocaron que llevara a Tribunales al ex conductor de Intrusos y a enfrentarse públicamente con quien en ese momento era su coequiper y ahora es quizás su peor enemigo, Luis Ventura. "Ellos en Intrusos me trataban de secta. ¡Justo a mi que le pedía a la gente que no se dejara captar ni influenciar por las sectas! Era una cosa increíble en ese momento", dijo.
Ante la atenta mirada de Carmen y sus compañeros, quienes le declararon repetidamente su admiración, Domínguez contó también que "me veían viajar a la India y hablar bien de las costumbres de ese país y me castigaban. Nunca entendí muy bien por qué. Una vez, bueno. Dos, qué se yo. Pero fueron tantas que un día llamé a los abogados y les dije "qué se puede hacer con esto". Ya era mucho".
Siempre verborrágico y muy generoso a la hora de la palabra, Domínguez comunicó que los juicios tuvieron buen final para él, pero "alegría" a medias. "Los juicios fueron ganados, todos, pero nunca cobrados. Y bueno, así es la justicia muchas veces. No hay que vivir en el remordimiento, sino aprender de todas las cosas y seguir adelante", manifestó con su habitual "buenda onda" para decir hasta las cosas más duras o bravas.
Pero Claudio María Domínguez sorprendió todavía más a Carmen cuando le contó que "hace poco me lo crucé a Rial, fue en un ascensor de C5N", algo que hizo que la comediante se acordara que ella también coincidió con Rial en un ascensor tras acusarlo de echarla de América. "No te puedo creer, a mi me pasó lo mismo. Fue el viaje más largo de mi vida".
En ese corto trayecto, Domínguez aseguró que "era el momento en que Morena, la hija de Rial, se había operado, o algo así, y yole dije "deseo de todo corazón que tu hija esté bien y que puedan ser felices", y el me miró y me dijo "es verdad, lo más importante que tenemos son nuestros hijos". Estuvo todo bien, por suerte, y en un momento tuve ganas de decirle "pero pelotudo, para qué dijiste que yo era una secta si no lo sentías así y ahora estás demostrando que sos un buen tipo".
