El 49 es la carne. El 50 es el pan. Un verdadero matrimonio gastronómico que nació para compartir miles de jornadas festivas. No sabemos si Pablo Echarri se inspiró en los denominados “sueños” de la quiniela para celebrar su cumpleaños, pero a juzgar por las compras que el galán efectuó por el barrio de Palermo, no quedaron dudas: el menú de la noche fue el más amado por los argentinos. Claro, el asado. Nada de salones top ni concurrencia multitudinaria para disfrutar del banquete.
Todo familiar, con apenas un puñado de afectos cercanos sentados a la mesa. El propio actor, que el pasado 21 de septiembre llegó a las cinco décadas de vida, se ocupó de hacer personalmente los mandados para que no faltara nada. Pasó por la panadería, después por la fiambrería y luego se dirigió al chino del barrio, para llevarse dos bolsas de carbón de las grandes. En casa lo aguardaban Nancy Duplaá y sus hijos, Morena y Julián.
Entre todos armaron una gran mesa y fueron recibiendo por la noche a los invitados, que como decíamos no eran tantos, pero sí de suma confianza y afecto para los anfitriones. Echarri hizo todo a pie. Fue y vino en reiteradas ocasiones, hasta que alrededor del mediodía se recluyó en su vivienda y se abocó de lleno a los preparativos.
Cuestionado por un segmento de la sociedad debido a su abierta adhesión al kirchnerismo, Pablo tal vez buscó predicar con el ejemplo y apelar a un costado de austeridad económica a la hora de brindar por su cumple, pues, a decir verdad, generalmente los famosos prácticamente tiran la casa por la ventana en situaciones de este tipo. Un referente del espectáculo como él siempre es observado con miradas filosas y más aun en procesos electorales como el que estamos transitando.
Lejos de considerar esa situación como un condicionante de cara al futuro, Echarri redobló la apuesta y aunque en esta oportunidad eligió dejar el champagne y el sushi para más adelante, avisó que tal vez se dedique a la política: “Ciertas cosas de la realidad tienen que ver con la degradación del tejido social, y ese enorme estado de descomposición que ocurre como consecuencia de políticas extremadamente conservadoras que quieren que prevalezca el capitalismo más salvaje".
"Cuando las condiciones de vida son tan disímiles, y hay tanta brecha entre los que más y los que menos tienen, se generan sentimientos negativos y cuando vienen las debacles concretas como la de 2001 y la que vivimos, las variables más violentas brotan con fuerza. La mejor forma de combatir esto es igualar la brecha y dándole más posibilidades a los que menos tienen. Por eso no descarto ninguna posibilidad con respecto a funciones que sirvan para ayudar a la gente”, anticipó.
En este contexto, con 50 años recién sacados del horno, Echarri está metido de lleno en su trabajo, principalmente enfocado en lo que será la puesta en el aire de Atrapa a un ladrón. ¿De qué se trata? De una serie que tendrá su estreno en Telefe pero que posteriormente se podrá ver a través de diversas plataformas. El protagonismo está repartido entre Pablo y la actriz española Alexandra Jiménez.
El canal de las tres pelotitas ya lo está promocionando, aún sin fecha cierta para su primera vez. En los próximos días posiblemente se tendrán mayores certezas. Hoy lo único confirmado es que Echarri ya tiene 50. Los cumplió el 21 de septiembre. Sí, mientras miles de jóvenes le daban la bienvenida a la estación más romántica del año, Pablo iba en busca de la carne y el pan para mantener vivo ese vínculo ciento por ciento compatible que simboliza, como ningún otro, la felicidad de los argentinos.