¿Hay otro tema en estos días? No, todo se engloba en el Wanda Gate, es decir, en el escándalo mayúsculo, interplanetario, que configuran Mauro Icardi, Wanda Nara y la China Suárez. Este triángulo amoroso mantiene en vilo a miles y miles de personas.
Los medios de comunicación, de toda índole, abordan esta crisis matrimonial con ahínco y en la búsqueda de todo tipo de detalles, por más mínimo que aparente. Así salieron a la luz decenas de ramificaciones, como el quiebre de la amistad entre Paula Chaves y María Eugenia, así como otros hechos polémicos como la dura respuesta de Wanda a Alejandra Maglietti.
En fin. Ahora es el momento de profundizar, de hurgar, de excavar en todas las direcciones. Por eso adquirió un enorme interés la revelación de Yanina Latorre, que en la edición de martes de LAM se lanzó a detallar cómo fueron cada uno de los pasos de Nara e Icardi.
Tras el viaje de la mediática a Milán, el futbolista la persiguió con la intención de obtener un perdón y explicar a fondo todo lo que experimentó con la China Suárez. Entonces, en lo geográfico, Wanda y Mauro estaban en la misma ciudad italiana. ¿Y después?
Latorre describió el primer paso que dieron tras el estallido del escándalo: “Ayer por la tarde volvieron juntos a París, en el avión privado. El problema es que además del vínculo matrimonial tienen un vínculo laboral, porque Wanda es la representante legal de él ante el PSG. Si ella no volvía, Mauro tampoco”.
Entonces Ángel de Brito quiso saber lo más trascendente: “¿Están separados o se reconciliaron?”. Así, Yanina relató la decisión que tomaron Wanda y Mauro: “No se reconciliaron, y siguen separados, pero son padres, son socios. Están todavía en la misma casa,que es enorme, pero no comparten el cuarto”.
Listo, se supo. La blonda y el joven que coqueteó con la China Suárez eligieron no dormir juntos, mientras continúan deliberando qué hacer con la pareja.