Gonzalo Valenzuela estremeció a todos con su relato sobre la enfermedad que transita su hijo Silvestre desde hace cuatro años. Si bien actualmente tiene 16 y está controlado en la epilepsia crónica que padece, comenzar con el tratamiento fue fundamental.
La desesperante situación que le tocó atravesar fue contada en primera persona por el actor, que mientras se encontraba en Santiago de Chile vivió uno de los sustos más grandes de su vida. Directamente pesaba que su hijo se moría y debió llevarlo a una guardia para que lo asistieran de inmediato.
Según se puede leer en lo que explica La Organización Mundial de la salud, al menos unos 50 millones de personas tienen el mismo problema en el mundo. La misma presenta convulsiones recurrentes y que son “movimientos involuntarios”.
“Pueden involucrar una parte del cuerpo (parcial) o todo el cuerpo (generalizado) y en ocasiones se acompañan de pérdida de conciencia y control de la función intestinal o vesical", explican para aquellas personas que lo viven ya sea con uno mismo o alguien cercano.
QUÉ ENFERMEDAD TIENE EL HIJO DE JUANA VIALE
Uno de los puntos clave a tener en cuenta son las consecuencias que pueden dejar en el cuerpo, y por lo cual es vital recurrir a un centro médico y recibir la ayuda de profesionales de la salud: "Las personas con epilepsia suelen tener más problemas físicos (como fracturas y hematomas a causa de traumatismos relacionados con las convulsiones) y tasas más altas de trastornos psicosociales, entre ellos ansiedad y depresión".
En caso de tener un problema similar o presentar síntomas, que pueden ir desde la “pérdida del conocimiento o la conciencia, y alteraciones del movimiento, de los sentidos (en particular visión, audición y gusto), hasta el estado de ánimo u otras funciones cognitivas", es elemental recurrir al médico.
Personas como el hijo de Juana Viale y Gonzalo Valenzuela, pueden controlar sus convulsiones mediante la administración adecuada de medicamentos. Incluso las chances de que aparezcan se reduce a un 70% y pasado los dos años de tratamiento se puede suspender la ingesta de pastillas, siempre y cuando lo apruebe el profesional a cargo, que deberá evaluarlo en los factores clínicos, sociales y personales pertinentes.
